El grupo parlamentario de Sumar se prepara para su próxima batalla parlamentaria y se decanta por llevar a debate en el Congreso su proposición de ley para conceder la nacionalidad a todos los nacidos en el Sáhara Occidental durante la época de dominio colonial, hasta febrero de 1976, y a sus descendientes. Una medida que amenaza con dividir a PSOE y Sumar y que ha cobrado actualidad tras la retención de varios activistas saharauis en el Aeropuerto de Barajas y ante la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que prevé debatirse en octubre para regularizar a medio millón de migrantes sin papeles residentes en nuestro país.
El reparto de debates en el Congreso obliga a los grupos a elegir con extremo cuidado cada una de las medidas que someten a votación en el Pleno. El grupo plurinacional de Sumar, por ejemplo, tiene cupo para llevar cuatro proposiciones de ley por curso académico -entre septiembre y junio-. Aunque existen más tipos de iniciativas, como la mociones o proposiciones no de ley, las únicas que tienen carácter vinculante para los grupos son las proposiciones de ley. Y ante la escasez de ocasiones para presentarlas, el debate es intenso en Sumar para decidir por cuál se apuesta finalmente.
Es lo que ocurrió la semana pasada, cuando Sumar defendió ante el Congreso la ley para regular el alquiler por temporadas. En un primer momento, estaba previsto que se llevara a debate la proposición de ley para nacionalizar a los saharauis nacidos bajo la administración Española. Pero la actualidad primó, y finalmente la dirección del grupo parlamentario optó por posponer la nacionalización de los saharauis y priorizar el debate de la vivienda, que tuvo lugar un día después de que Yolanda Díaz presentara sus propuestas en esta materia. La iniciativa no se admitió finalmente a trámite por el rechazo de Junts en el último minuto.
Ahora, fuerzas como Izquierda Unida o Más Madrid han pedido reactivar esta ley y sea la próxima en someter a votación cuando toque el siguiente cupo, hacia noviembre, aunque desde Sumar evitan confirmar este paso. En el partido de Yolanda Díaz aseguran que «hay intención» de llevarla a debate, pero la dejan al albur de la actualidad que prime en unas semanas, rebajando así las expectativas de que vayan a hacer bandera con esta causa. Un debate que se resolverá en noviembre, cuando Sumar volverá a tener cupo para presentar nuevas leyes.
División PSOE-Sumar
Los partidarios de priorizar la causa saharaui argumentan a su favor que cuentan con los apoyos suficientes para tener luz verde en el Congreso y comenzar su tramitación, puesto que el PP ya se ha mostrado favorable. Pero, paradójicamente, es este mismo motivo el que puede generar más dudas en las filas de Díaz. En la pasada legislatura, Unidas Podemos ya impulsó una iniciativa similar, que comenzó a tramitarse con el apoyo de PP y la abstención de Vox. El PSOE se quedó solo en su rechazo a la norma, que finalmente decayó con la convocatoria de elecciones.
Por entonces, en febrero de 2023, Unidas Podemos y PSOE ya llevaban tres años gobernando y habían sido muchas las diferencias públicas que habían exhibido. En esta ocasión apenas se ha cumplido un año desde que el Gobierno de coalición tomó posesión, y Yolanda Díaz siempre se ha mostrado reacia a exhibir discrepancias con el ala socialista. Unas discrepancias que se pondrían en evidencia en caso de llegar esta norma al Congreso.
La figura de Santos Maraver
El segundo motivo que podría enfriar el debate sobre la concesión de la nacionalidad a los saharauis tiene que ver con lo ideológico, después de que Díaz fichara como número dos al diplomático Agustín Santos Maraver, que ha cerrado filas con Pedro Sánchez en el giro que dio en 2022 sobre la posición histórica de España hacia el Sáhara, cuando el Gobierno pasó de reclamar su autodeterminación a reconocer la soberanía de Marruecos.
El diputado fue señalado por los colectivos saharauis como un perfil más próximo a Marruecos después de que en 2019 fuera el encargado de gestionar la huelga de hambre de la activista saharaui Aminetou Haidar, que estuvo 32 días en huelga en Lanzarote tras ser expulsada por Marruecos con destino a España. El diplomático, según dieron cuenta algunos medios, trabajó por la permanencia de la activista en España y llegó a ofrecerle vivienda y trabajo a cambio de que no volviera a su lugar de origen. La oferta fue rechazada.
Así, aunque Sumar siempre ha defendido sobre el papel la autodeterminación saharaui, la realidad es que se trata de un asunto extermadamente sensible dentro del grupo parlamentario, donde también hay perfiles como el de la diputada de Más Madrid, la saharaui Tesh Sidi, una de las defensoras de abanderar la causa del Sáhara Occidental y que este mismo lunes acudió al aeropuerto de Barajas para cargar contra el rechazo del Gobierno a conceder protección a los saharauis retenidos.
Izquierda Unida es otro de los partidarios de elevar la presión con este asunto, tal como han hecho históricamente y teniendo en cuenta de que gran parte de los aharauis llegados a España lo hacen a Andalucía, el territorio donde el partido tiene una mayor presencia institucional.
Este mismo jueves, la diputada de Más Madrid y el coordinador de IU Andalucía, Toni Valero, presentaron junto al diputado independiente Francisco Sierra una iniciativa para pedir al Gobierno que habilite un fondo urgente de 10 millones de euros para ayudar a los refugiados saharauis a garantizar su alimentación básica hasta finales de año y afrontar los estragos provocados por las fuertes lluvias de los últimos días en los campamentos de Tinduf (Argelia).