Con Jagoba Arrasate en el banquillo uno vive más tranquilo. Y se atreve a soñar. Eso deben estar pensando ahora mismo los aficionados del Mallorca, que ven cómo su equipo empieza a carburar de tal manera que se situa momentáneamente en puestos de Liga de Campeones tras un arranque fulgurante en LaLiga. La victoria a domicilio ante el Real Valladolid (1-2) es la última gesta de un grupo de futbolistas que se divierte jugando al fútbol y hace disfrutar a quienes los ven. Sólo el Barça de Hansi Flick se le asemeja en cuanto a estado de forma.

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