El Índice de Precios de Consumo (IPC) de Francia se relajó hasta el 1,2% en septiembre, frente al 1,8% de agosto, según la estimación provisional publicada por el Instituto Nacional de Estadística y de Estudios Económicos (Insee). Se debe a la caída de los precios de la energía, en particular de los productos petrolíferos.
Como añaden, los precios de los servicios se desaceleraron y los de los productos manufacturados disminuyeron a un ritmo ligeramente más sostenido que el del mes anterior. Por su parte, los precios de los alimentos y el tabaco aumentan a lo largo de un año al mismo ritmo que el mes anterior.
Así, los precios de los servicios se situaron en el 2,5% interanual en septiembre tras el 3% en agosto, los de la energía cayeron un 3,3% y de los productos manufacturados descendieron un 0,3%. Los costes de los productos alimentarios se encarecieron un 0,5% y los del tabaco un 8,7%.
De su lado, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) se coloca en el 1,5% en septiembre, tras el 2,2% de agosto.
«Al efecto estacional de la caída de los precios de los servicios de transporte (especialmente aéreo) y de alojamiento se suma, en particular, la marcada caída de los precios de la energía, la normalización de algunos precios tras los Juegos Olímpicos y Paralímpicos y la caída de el precio de los servicios de salud», señalan desde el Insee.
Por el contrario, añaden que «los precios de los productos manufacturados deberían aumentar a lo largo de un mes, impulsados por el aumento de los precios de la ropa y el calzado. Los del tabaco se mantendrían casi estables respecto a agosto. Esto conduce en total a la caída de precios mensual más fuerte desde que comenzó la serie en 1990″.