Paredes, el del Athletic, llegó a tiempo de rescatar un punto en el Estadio Olímpico ante una Roma que se fue al descanso con un gol de ventaja obra, cómo no, de Dovbyk. Los locales fueron mejores durante buena parte del primer tiempo, cuando cobraron su ventaja, pero en la segunda mitad se vieron superados por un conjunto bilbaíno al que le vinieron muy bien los cambios realizados por su entrenador. Tras firmar el 1-1 a cinco minutos del final, los leones dejaron claro que no se conformaban con el empate.

El conjunto italiano dejó claro que está en una fase de reconstrucción tras la llegada de su entrenador. Arropado bien siempre en defensa, los de Juric buscaron sus opciones en las entradas por banda con centros a sus delanteros centros. Los bilbaíno, en cambio, no acabaron de definir su propuesta hasta la hora de juego.

Las incorporaciones sobre la marcha de Ander Herrera, Nico Williams, De Marcos, Berenguer y Nuñez resultaron decisivas. La insistencia del Athletic, sin generar claras ocasiones de gol, acabó dando su rédito en una acción de estrategia culminada por un central a dejada de otro central. 

La Roma volvía a ejercer de local tras su primera victoria de la temporada cuatro días antes frente al Udinese. Pronto quedó claro que la división entre aficionados y dirigentes del club pasa por un mal momento. La hinchada local, molesta por la destitución del técnico e ídolo De Rossi, se mantuvo los quince primeros minutos sin animar. Juric, su sustituto en el banquillo, aguantó el tirón con tres cambios de inicio en su once. Mario Hermoso fue una de los elegidos esta vez.

Valverde fue más generoso en su rotación. El técnico gasteiztarra introdujo cinco cambios respecto al once que había presentado frente al Celta. Gorosabel y Yuri entraron en los laterales, Galarreta en el doble pivote con Unai Gómez, sustituto del lesionado Sancet, en la media punta y Djaló abierto a banda izquierda. Agirrezabala, cambiado al descanso en la última cita liguera, fue de la partida. Nico Williams, recuperado del golpe de tobillo sufrido en Leganés, no.

La salida de los leones resultó prometedora. Su presión adelantada complicó la vida a los locales a la hora de jugar el balón. Guruzeta, Iñaki Williams e incluso Paredes tuvieron entonces sus opciones de cara a gol. La brillante puesta en escena de los visitantes, sin embargo, pasó a mejor vida en cuanto la Roma se adueñó del balón y el Athletic empezó a ir tarde y mal a recuperarlo.

Dybala sacó entonces su zurda a pasear, aunque fue otro izquierdo, el gallego Angeliño, el que sirvió desde su banda para que Dovbyk abriera el marcador con un cabezazo marca de la casa. Los bilbaínos sólo parecieron reaccionar a este 1-0 en contra en la recta final del primer tiempo. Guru y Djaló, al menos, lo intentaron ante Svilar.

La segunda parte arrancó con Soulé por Dybala y un Athletic decidido a ir a por el partido. Los leones volvieron a subir su línea de presi ante una Roma que se replegó con eficacia y no renunció a salir en ataque a la primera posible. Unai Gómez fue el primero en intentarlo, pero el recién incorporado Soulé obligó a lucirse a Agirrezabala. Valverde, consciente de las necesidades de su equipo, tiró de banquillo.

Ander Herrera y Nico Williams saltaron al césped al unísono a la hora de juego. De Marcos y Berenguer diez minutos más tarde. Los locales empezaron a sufrir ante la decidida apuesta visitante. La entrada de Nuñez por Vivian, que recibió un golpe en la cara que le hizo abandonar el campo sangrando en la cara, cerró el capítulo de cambios en un Athletic lanzado en busca del empate.

La insistencia bilbaína dio sus frutos en el minuto 85. Falta lateral lanzada por Berenguer, dejada de cabeza de Nuñez y testarazo de Paredes al fondo de la red. Los leones, lejos de dar por bueno el empate, buscaron el segundo gol ante un rival, que entonces sí, también se animó a salir de la cueva.



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