El verano en el que los MIR de cuarto año no pudieron sustituir a los médicos en sus vacaciones al no haber finalizado sus estudios y solo pudieron ayudar en algunas consultas bajo supervisión ya es historia pero la normalidad tarda en llegar. Al menos en los centros de salud de la provincia de Alicante.
Aunque la demora actual para obtener una cita con el facultativo de cabecera no es tanta como, por ejemplo, en la época de la gripe, cuando es habitual que supere los 30 días, la mayoría de pacientes tiene que esperar una media de dos semanas para que le vea su médico. A no ser que se encuentre tan mal que decida ir al punto de atención continuada de urgencias, que abre al cierre de los centros de salud, o bien al hospital.
Un plazo todavía muy encima de las 72 horas para ser atendido en los centros de salud que se marcó como objetivo la directora general de Atención Primaria Eva Suárez, quien hace ahora casi un año dijo que «no tenemos profesionales». Hay 350 plazas fijas creadas de médicos de Primaria «que están sin cubrir y estamos recurriendo a los extracomunitarios y aun así no se cubren esas plazas».
Un ejemplo del panorama actual es el centro de salud de San Blas, en Alicante, donde se están dando citas ya para el 10 de octubre. Lo mismo que en el de la calle Gerona (11 de octubre) o el Alberto García de Elche (día 10 de octubre). Tanto presencial como telefónica.
Problemas para cubrir bajas
«Las demoras siguen siendo más de lo deseable porque todavía no han terminado las vacaciones y se está tardando en cubrir las jubilaciones y bajas laborales por la falta de médicos; y no porque no haya profesionales, faltan por las condiciones en las que se encuentra la Atención Primaria actualmente», explica la doctora María José Gimeno, pues las agendas rondan los 55 pacientes «y ello redunda en la calidad asistencial que se presta y lógicamente también en el médico».
La también secretaria provincial del Sindicato Médico de Alicante apunta que, dependiendo si el profesional está de vacaciones, jubilado o de baja, «como no hay sustitutos se reparten los pacientes entre los médicos que quedan».
Así, el otoño-invierno preocupa a las especialistas, «tradicionalmente lo mejor era el verano y este año ha sido muy malo. Si sigue esta presión asistencial y, es posible, lo vamos a pasar muy mal». Sobre todo si no llegan refuerzos, algo que sería posible pues los profesionales sostienen que hay médicos con la especialidad.
«Tradicionalmente lo mejor era el verano y este año ha sido muy malo. Si sigue esta presión asistencial y, es posible, lo vamos a pasar muy mal»
La doctora señala que quizá no son suficientes pero que es una realidad que «no quieren trabajar en Atención Primaria. Se van a Urgencias, a las mutuas, a la sanidad privada, a los gabinetes de estética o cruzan los Pirineos», buscando mejores sueldos y condiciones laborales en otros países.
Presión
La carga de trabajo es tal que Gimeno sostiene que «no es nada fácil aguantar la presión. Hay médicos con la especialidad a los que se les contrata y en unos meses no aguantan y se van». Ahora acaban de terminar los MIR que iniciaron la especialidad el año de la pandemia. Empezaron más tarde por este motivo y han terminado tras el verano cuando lo habitual es mayo. En el caso del departamento de salud de Alicante son 60 nuevos médicos de 26 especialidades, entre ellas Medicina Familiar y Comunitaria; y Pediatría.
Pese a todo, tras el verano «las agendas se van normalizando poco a poco», apunta la presidenta de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria, la doctora Mari Ángeles Medina, pues dependiendo de los centros de salud en algunos los pacientes «solo» han de esperar diez días para cita. Otros, en cambio, mucho más pues en el centro de salud de Babel, en Alicante, hay médicos de Familia con la agenda cerrada hasta el 16 de octubre y los ciudadanos de su cupo no pueden pedir hora para que les visite presencialmente ni atención telefónica.
Especialistas
Otra cuestión es la demora con los especialistas. Pacientes de la provincia llevan esperando desde mayo que se les asigne la cita ya solicitada con el neumólogo o el oftalmólogo como está ocurriendo con los adscritos al Hospital del Vinalopó.
Para mejorar la Atención Primaria y Comunitaria, la Conselleria de Sanidad trabaja en un nuevo modelo de gestión en el que la estructura jerárquica del personal de Atención Primaria se equiparará al de Hospitalaria, al incorporar nuevas jefaturas de servicio y de sección
Además, prevé dotar a los centros de salud con recursos para exploraciones y pruebas complementarias para agilizar diagnósticos y reducir listas de espera, como nuevos ecógrafos y retinógrafos.
Asimismo, el proyecto de decreto contempla la introducción de la inteligencia artificial como apoyo para la lectura de pruebas diagnósticas y para la mejora de la gestión de la demanda; y las unidades de prevención de cáncer de mama se integrarán en los servicios de radiodiagnóstico de los hospitales para evitar demoras y tener que repetir pruebas. «Nuestro objetivo es prestigiar la Atención Primaria porque tenemos graves problemas para cubrir plazas de Medicina Familiar y Comunitaria, y fidelizar a los residentes», tal y como dijo el conseller de Sanidad, Marciano Gómez.
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