Los principales sindicatos del país, CCOO y UGT, se daban cita este jueves frente a la sede de la patronal para presionar en favor de la reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas, sin merma salarial, pero el máximo adversario que han encontrado no ha sido la parte empresarial. Ambas organizaciones sindicales han denunciado el boicot y la vulneración del derecho de manifestación por parte del Ayuntamiento de Madrid, al que acusan de realizar un movimiento a última hora para dificultar la concentración.

“En Madrid se cercena el derecho de manifestación de forma voluntaria y consciente y para ejercer la libertad de manifestación hay que llevar banderas de la falange, nazis o muñecas hinchables”, ha denunciado Unai Sordo, secretario general de CCOO, visiblemente enfadado con el Ayuntamiento. “Ya vale con los bloqueos a las manifestaciones sindicales”, ha añadido. “Están impidiendo a representantes de los trabajadores y a diputados de partidos políticos manifestarse, poniendo en riesgo la propia seguridad civil”, ha proseguido, preocupado por la ubicación en la carretera de los manifestantes.

La Delegación de Gobierno había autorizado a los sindicatos a manifestarse en la puerta de la sede de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Sin embargo, pese a que se había solicito muchos días atrás, el consistorio ha dado permiso a los sindicatos para colocar el escenario desde el que dirigirse a los congregados al otro lado de la calle y han prohibido cortar el tráfico. “Además, que lo hayan trasladado a las nueve de la mañana del mismo día de la concentración es un acto de boicot”, ha denunciado Pepe Álvarez, secretario general de UGT.

No lo hacen porque sí ni es casualidad. Podrían haberlo hecho hace tres o cuatro días y habríamos tenido de cambiar todo lo que tiene que ver con la resolución de la Delegación”, ha acusado el sindicalista, exigiendo que “se acabe” este trato a los representantes de los trabajadores en la capital. “Encontramos dificultades y problemas para poder manifestarnos y dirigirnos a los medios de comunicación siempre que nos manifestamos en las calles de Madrid”, ha continuado, exculpando a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, “que no tienen ninguna responsabilidad”.

Presión a la CEOE

Más allá de la denuncia, los sindicatos no han querido que el trato del Ayuntamiento eclipsase el verdadero objetivo de la concentración, que ha reunido a miles de personas en toda España. En torno a 2.500 personas se han dado cita en Madrid, igual que en otras ciudades, para protestar frente a la sede del CEOE y presionar en favor de la reducción de la jornada laboral. “Lo que CEOE está haciendo en las mesas de negociación no es negociar, es dilatar un proceso para tratar de evitar cualquier consenso y boicotear”, ha denunciado Sordo.

A esta negociación le quedan dos telediarios y si CEOE no cambia su actitud no vamos a alcanzar un acuerdo tripartito”, ha continuado. El líder de CCOO también se ha dirigido a la tercera pata de la mesa de negociación, el Gobierno, al que ha instado a “ir tomando posición”. “No puede ser que se otorgue derecho a veto a la CEOE y si es imposible el acuerdo tendrá que impulsar un proyecto de ley para cumplir con los compromisos asumidos”, ha trasladado.

“La CEOE tiene que saber que las organizaciones sindicales no vamos a dejar que la reducción de jornada sea una cuestión que se debata en el Congreso de los Diputados para conseguir que no se apruebe”, ha añadido su homólogo de UGT. “Esto va para largo. Nosotros vamos a continuar con nuestras movilizaciones y más pronto que tarde tendremos el respaldo suficiente para poder acordar con la CEOE o, sino, en el Parlamento la reducción de jornada”, ha zanjado.

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