No son novelas románticas edulcoradas. Cuando son las mujeres quienes narran el matrimonio en sus libros, el asunto se transforma en novelas de terror. Emilia Pardo Bazán, Carmen de Burgos, Edith Wharton, Caterina Albert, Sofia Tols, Louisa May Alcott, Elizabeth Jenkins… La lista de escritoras que han narrado vivencias atroces de mujeres casadas es larga y muy diferente de la perspectiva de los grandes escritores que también han abordado la institución, pilar de la organización social. Es la tesis de Como anillo al cuello. La opresión matrimonial en la literatura femenina, ensayo escrito por Purificació Mascarell (Xàtiva, 1985), investigadora, profesora de Literatura Comparada, Teoría de la Literatura y Estudios Culturales en la Universitat de València y escritora (de ficción y no ficción).
Mascarell confiesa que el interés por este asunto se lo despertó una autora en particular: «Todo surge cuando empiezo a leer a mujeres después de acabar Filología Hispánica, porque hasta ese momento el 99% de mis lecturas estaban escritas por hombres», explica a El Periódico de España por teléfono. «Sobre todo a partir de recuperar a una autora que me había acompañado mucho en mi infancia, Elena Fortún«. En 2016 se publicaba una obra fundamental de la autora, escrita en primera persona, en la que narraba el infierno que fue su matrimonio, Oculto sendero, un libro que había estado escondido desde que la escribió en 1946. «Para mí Fortún era una autora súperluminosa y alegre que escribía para la infancia y ahí descubro de repente su matrimonio infeliz. A partir de ese momento voy viendo que no es algo aislado, que hay una red de escritoras que tratan la opresión matrimonial».
El libro de Mascarell se centra en las autoras del siglo XIX y XX. Una de las primeras que aparecen en el libro de Mascarell es Mary Woollstonecraft (1759-1797), pionera feminista (y madre de la también escritora Mary Shelley, autora de Frankenstein), posicionada abiertamente en contra del matrimonio por entenderlo como una manera de dominación y anulación de la mujer. Su novela póstuma María o Los agravios de la mujer narra, bajo esta premisa, la historia de una mujer cuyo marido, después de maltratatarla, la termina internando en un hospital psiquiátrico.
Literatura universal vs. literatura femenina
Eliminar la posibilidad de tener una actividad ajena a los cuidados, la sumisión a la voluntad masculina unida al aislamiento y el encierro, la violencia sexual (que arranca desde la noche de bodas), o la presión social del entorno son algunos de los temas que abordan estas escritoras. Pero el libro de Mascarell arranca con una reflexión previa: ¿es diferente la manera de escribir de hombres y mujeres? El mismo asunto del matrimonio cambia radicalmente cuando es contado por hombres o por mujeres. La autora menciona como ejemplo las novelas de adúlteras. «La mirada masculina sobre la experiencia matrimonial siempre se ha visto muy mezclada de misoginia, con prejuicios, con tópicos… Cuando lees La Regenta, Ana Karenina o Madame Bovary no te puedes creer las reacciones que tienen esas mujeres que se dejan manipular o son llevadas al extremo emocional», indica. «Y desde luego tampoco te crees esos finales trágicos que pretenden castigar a la mujer adúltera, que finalmente merece morir debajo de las ruedas del tren, como Ana Karenina».
Como anillo al cuello menciona, además, el caso de mujeres de escritores muy reconocidos que vivieron matrimonios terroríficos y cuyo relato fue silenciado. El caso más conocido es el de Sofia Tolstaia -mujer de Tolstoi- en sus Diarios y libro de memorias Mi vida. También Zelda Fitgerald o Sylvia Plath, casadas con F. Scott Fitzgerald y Ted Huges, respectivamente. «En muchos casos estos autores se han nutrido directamente del trabajo de sus esposas se han llevado ellos todo el prestigio y han entrado ellos en el canon», se queja la autora.
Quizás no tan conocido es el caso de Consuelo Saint-Exupéry, la mujer del célebre escritor de El Principito (uno de los libros más traducidos del mundo) que, no sólo vivió los maltratos de su marido, sino que su trabajo en la obra del escritor (como editora, entre otras cosas) en obras como Vuelo de noche fue deliberadamente ocultado. «Gracias a sus memorias sabemos que el escritor tenía un carácter psicopático con la mujer«. Las memorias de Consuelo Saint-Exupéry, tituladas Memorias de la rosa sólo salieron a la luz hace unos años en Francia, lugar de origen del escritor. «Ella escribe en los años 40 y se da cuenta de la potencia que tiene el libro, así que lo encierra bajo llave, en un baúl y no ha sido hasta ahora que se han recuperado», explica Mascarell. «En Francia ha sido todo un shock y no se habla mucho de este tema, porque Saint-Exupéry es uno de sus mitos, un héroe de guerra, además». En España, Memorias de la rosa no se publicaron hasta 2023, gracias a la editorial Espinas, dedicada a rescatar obras de escritoras silenciadas en la historia.
Cartas, diarios, autobiografías
En su libro, Mascarell también apunta a las diferencias en la forma: muchas escritoras se sienten más cómodas en el género epistolar, la autobiografía o el dietario. «Son espacios en los que las mujeres han encontrado seguridad para poder expresarse, porque quizá en otros ámbitos más sesudos siempre se las ha considerado intrusas», reflexiona la autora. «Poder escribir una carta a tu mejor amiga y contarle tu vivencia íntima en tu matrimonio sí es un espacio que las mujeres han podido conservar». Pero en seguida puntualiza: «las mujeres cultas, obviamente, las de una determinada clase social».
Lejos del estereotipo de las temáticas que interesan a las mujeres -la novela romántica-, el matrimonio es descrito por estas autoras como un relato de terror. En muchos casos, aunque se quiera etiquetar la obra en otros géneros, el relato lo acerca a la tradición gótica del siglo XIX. Para Mascarell es el caso de Los pazos de Ulloa, la novela cumbre de Emilia Pardo Bazán. «Siempre se ha leído como si fuera una novela naturalista, pero yo la analizo desde la óptica de lo gótico, porque es una novela terrorífica», afirma. «La mujer va muriendo poco a poco, es como si como si estuviera en un castillo encantado donde todo está orquestado para que ella al final acabe derrumbada y muriendo. Si pensásemos en una adaptación cinematográfica, por ejemplo, yo la imagino como si fuera una peli de terror, desde la misma ambientación del lugar donde ocurre la acción».
Conexión con el presente
Mascarell arranca cada capítulo del libro con vivencias personales o reflexiones del presente. «Decidí hacerlo así porque creo que la microhistoria personal de cada una de nosotras está conectada también con la historia de nuestras antepasadas y con la historia general de las mujeres y la literatura», explica. Algunas cuestiones, afirma, siguen estando presentes, aunque ahora las mujeres tienen más opciones y libertad para escapar de matrimonios opresivos o violentos. Otras, como la mala prensa de las mujeres que quieren eludir la institución y vivir solteras, siguen vigentes. No hay más que ver el intento de ridiculización del equipo de campaña del candidato a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, a su contrincante por el puesto, la vicepresidenta del país Kamala Harris. «Sigue habiendo una mirada misógina», afirma la autora. «Yo creo que las mujeres solteras y libres siguen asustando un poco a los hombres, porque subvierten el orden establecido, porque escapan de su control«.
Las escritoras contemporáneas, dice Mascarell, siguen escribiendo sobre el matrimonio, pero en sus libros hay una mayor diversidad. «Encontramos novelas donde precisamente lo que se cuestiona es el punto de tener que casarse», explica. «Hace unas décadas quedarse soltera no era una opción, estaba visto como un fracaso vital. Ahora empezamos a verla como la mejor salida ante ante la realidad a veces tan tremendamente violenta y machista que nos envuelve». También se habla más abiertamente de las opciones para salir de esos matrimonios opresivos. «Muchas novelas contemporáneas hablan claramente sobre el divorcio y sus efectos como una salida digna, que puede darle a la mujer una vida que era imposible de imaginar en 1890″.
Casi al final del libro, la escritora reflexiona sobre si, quizás, la crisis de natalidad mundial que se vive en la actualidad, no tenga justamente que ver con la emancipación de las mujeres que escapan de la vida opresiva del matrimonio. ¿Veremos alguna vez un cambio de paradigma en relación al matrimonio? ¿O esto seguirá perteneciendo a la literatura de ciencia ficción? «Yo tengo una esperanza gigantesca en el feminismo y en las mujeres», responde sin dudar. «No tengo ninguna duda de que vamos a ser capaces entre todas de construir otra sociedad, donde los hombres y las mujeres se respeten y vivan de una manera digna e igualitaria, a pesar de que algunos hombres se muestren asustados por tener que compartir los privilegios».
‘Como anillo al cuello. La opresión matrimonial en la literatura femenina’
Purificació Mascarell
Editorial: Ariel
200 páginas | 18,90 euros