Un tribunal de Japón ha absuelto este jueves a Iwao Hakamada, que ha pasado 48 años en prisión y es considerado el reo que más tiempo ha estado en el corredor de la muerte en todo el mundo, según la sentencia del nuevo juicio por asesinato al que fue sometido tras la anulación del primero.
Hakamada, de 88 años, fue condenado a la pena capital en 1968 por el asesinato de una familia y permaneció en prisión hasta 2014, cuando la Justicia anuló esa sentencia por dudas sobre la veracidad de las pruebas y ordenó celebrar un nuevo juicio, algo muy poco habitual en el país asiático.
Hakamada, exboxeador profesional, ha pasado 48 años esperando la ejecución de la sentencia que lo condenaba a muerte por el supuesto asesinato de cuatro personas.
Siempre se sospechó que era inocente, por ello el cumplimiento de su sentencia fue continuamente postergado. Su caso está registrado en el Libro Guinness de los récords como el de la persona que ha pasado más tiempo en el corredor de la muerte.
La nueva sentencia, anunciada por el juez Koshi Kunii del Tribunal de Shizuoka (suroeste de Tokio), reconoce que hubo «falsificación de pruebas» por las que Hakamada fue incriminado por parte de la Fiscalía y de las autoridades encargadas de la investigación del caso.
Hakamada, exboxeador profesional nacido en Shizuoka en 1936, fue condenado a muerte en 1968 por asesinar dos años antes al dueño de la fábrica de miso (soja fermentada) en la que trabajaba, a la mujer de este y a los dos hijos de la pareja y, seguidamente, quemar su casa.
El Tribunal de Shizuoka accedió a juzgar de nuevo al exboxeador tras su insistencia en que las pruebas que lo incriminaban fueron en realidad fabricadas en su contra, en concreto unas prendas de ropa halladas en uno de los tanques de miso de la fábrica y manchadas de sangre que coincidía con su ADN.
La sentencia de este jueves marca la quinta ocasión en el Japón de posguerra en la que un condenado a la pena capital resulta absuelto tras la repetición de su juicio. La anterior decisión judicial del mismo tipo tuvo lugar hace 35 años.
A sus 88 años de edad y con una condición mental debilitada tras pasar entre rejas cerca de medio siglo, el exboxeador recibirá una compensación a determinar en función de los años de encarcelamiento, siempre que no haya apelación por parte de la Fiscalía.
El nuevo veredicto puede ser apelado en un plazo de dos semanas tras ser anunciado.