En su discurso ante la Asamblea general de la ONU, el presidente iraní Masoud Pezeshkian dice: “El mundo ha sido testigo de la verdadera naturaleza del régimen israelí” durante el último año de guerra en Gaza.
“Ha sido testigo de cómo el régimen lleva a cabo atrocidades en Gaza y cómo en 11 meses ha asesinado a sangre fría a más de 41.000 personas inocentes, en su mayoría mujeres y niños”, afirma Pezeshkian, sin hacer distinción entre civiles y combatientes.
“Sus líderes califican este genocidio —el asesinato de niños, los crímenes de guerra y el terrorismo de Estado— de legítima defensa. Califican a los hospitales, los jardines de infancia y las escuelas de objetivos militares legítimos. Califican de antisemitas a las personas valientes y amantes de la libertad de todo el mundo que protestan contra su genocidio. Califican de terroristas a las personas oprimidas que se han levantado contra siete décadas de ocupación y humillación”, continúa.
“Es Israel el que ha asesinado a nuestros científicos, diplomáticos e incluso a nuestros invitados en nuestro territorio”, afirma el presidente iraní, aparentemente refiriéndose al líder de Hamás, Ismail Haniyeh, asesinado en Teherán en julio. Pezeshkian afirma, sin pruebas, que Israel “apoyó —tanto de forma encubierta como abierta— a grupos terroristas como el ISIS”.
“Israel ha sido derrotado en Gaza y ninguna violencia bárbara puede restaurar su mito de invencibilidad”, afirma.
Pide un alto el fuego en Gaza y “el fin de la barbarie desesperada de Israel en el Líbano antes de que se extienda a la región y al mundo”.
El presidente iraní sostiene que la única solución al conflicto israelí-palestino es la celebración de un referéndum para los palestinos “que viven en su patria, así como para aquellos que se han visto obligados a mudarse a su diáspora, para determinar su futuro”.
“Estamos seguros de que a través de este mecanismo podemos lograr una paz duradera con musulmanes, cristianos y judíos viviendo juntos en una sola tierra en tranquilidad y paz”, dice Pezeshkian.