“No queremos repetir los errores del pasado”, ha afirmado el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Mario Urrea, con respecto a la intensificación de los recortes al regadío que se van a aplicar debido a la importante sequía que vive la Región, con los embalses en niveles mínimos de agua, según se dio a conocer este miércoles en una rueda de prensa convocada con motivo de la reunión de la Comisión Permanente de la Sequía.
“Las restricciones a los regadíos, tradicionales y no tradicionales, habrá que incrementarlas, puesto que el volumen que hay en nuestros embalses está en el entorno de los 50 hectómetros cúbicos para el regadío, muy próximo a lo que hemos venido denominando el embalse muerto que recuerdo que está en 40 hectómetros cúbicos”, ha expresado Urrea.
De esta forma, los porcentajes de reducciones en vigor para los derechos concesionales de los aprovechamientos de aguas del sistema de los ríos Segura, Mundo y Quípar, y que son del 35 % en los regadíos tradicionales y del 50% en los no tradicionales, pasarán al 42% y el 57%, respectivamente.
De momento, el órgano de cuenca está poniendo en marcha todos los mecanismos posibles para asegurar el abastecimiento de agua a la agricultura, como son los pozos de sequía en el acuífero Sinclinal de Calasparra, que ya está funcionando. Además, la CHS está esperando la declaración de impacto ambiental favorable para poner en marcha los pozos de la vega media y baja, que ya están revisándolos y poniéndolos en condiciones, “a la espera de que se publique en el BOE”.
Urrea ha puesto de relieve también que las escasas lluvias de los últimos días han servido para que no siguieran bajando los embalses de regulación, que se han mantenido estables, “pero que no arreglan nada”. Ante esta situación, el presidente de la CHS ha confirmado que no habrá un aumento de aguas procedente del Trasvase.
Al ser preguntado por cuánto tendría que llover en otoño para recuperar una situación de cierta normalidad, el responsable del órgano de cuenca ha contestado que “mucho y en cabecera”. En ese sentido, puso como ejemplo las precipitaciones de 2022, que dejaron 100 hectómetros cúbicos de agua en un momento en el que “llovió prácticamente un mes o mes y medio de forma ininterrumpida”.