El Ayuntamiento de Palma cierra el debate sobre la conveniencia o no de despejar las vistas del Castillo de Bellver para recuperar la visión sobre el monumento, que desde 2022 ha ido surgiendo en diferentes momentos, impulsado por asociaciones como ARCA, arquitectos y vecinos de la ciudad.Y ha anunciado que talará cuatro grandes pinos sanos que crecen en el entorno más próximo de la fortificación e interrumpen la visión desde la ciudad de sus principales elementos más característicos, la Torre de l’Homenatge y su arco ojival, así como la estructura circular que la caracteriza.
Tres de los pinos que se eliminarán, todavía en fecha por determinar, están situados a la izquierda de la entrada principal del Castillo de Bellver, en el parterre intermedio entre el muro de piedra y la muralla que cierra el foso. Y su crecimiento en los últimos años ha ido ocultando poco a poco no solo la postal del castillo desde el Paseo Marítimo, sino también la misma contemplación completa de la fortificación desde su entorno más próximo.
Uno de ellos está en la parte más cercana al aparcamiento y los otros dos, tan juntos que casi se confunden en uno solo, se encuentran muy próximos a la escalinata y el foso de entrada de la fortificación. El cuarto pino no se talará para recuperar vistas, sino porque su crecimiento compromete la estabilidad de uno de los muros del foso.
La decisión se tomó en la Mesa Verde celebrada el pasado lunes en el Ayuntamiento de Palma, que dio el visto bueno a la iniciativa tras un informe de técnicos de Parcs i Jardins, después de que durante la pasada legislatura el equipo de gobierno del pacto de izquierdas negara una y otra vez esa posibilidad.
La postura de ARCA y la Ley de Patrimonio
La Associació per a la Revitalització dels Centres Antics (ARCA) es una de las primeras entidades que reclamó recuperar la visión completa del Castillo de Bellver. Su postura es que el patrimonio de la ciudad debe poder contemplarse. Y así lo marca la Ley de Patrimonio de Baleares, ha subrayado reiteradamente la asociación conservacionista.
Sin embargo, ARCA ha reconocido siempre que es un tema muy sensible porque los árboles son fundamentales en toda la ciudad, pero también es necesario poder contemplar los monumentos más singulares. Por lo que si se poda un pino para que un monumento como el Castillo de Bellver no quede oculto la entidad considera que deberían buscar fórmulas de compensación, sembrando otros ejemplares en otras zona de bosque donde no se interrumpa la visión del monumento.
La misma postura ha mantenido ARCA con sa Llotja, el monumento más importante del gótico civil, que en la fachada del Passeig Sagrera convive con un gran ficus y una lagunaria, que en los días ventosos golpea la fachada del edificio restaurando y los pináculos del edificio gótico.
La opinión del arquitecto Iganacio Salas
Al debate también contribuyó el pasado mes de febrero el arquitecto mallorquín Ignacio Salas, que fuera presidente de la demarcación de Mallorca del Colegio de Arquitectos de Baleares, primero en un entrevista con el periodista Matías Vallés del pasado 24 de febrero y después en un artículo que publicó en Diario de Mallorca el 28 del mismo mes.
«Actualmente es imposible observar el castillo desde prácticamente ningún lugar de la ciudad y solo se pueden apreciar parte de los torreones, ni desde el Paseo Marítimo, la Vía de Cintura ni desde otras zonas más alejadas se aprecia una mínima parte del castillo y menos aún en su conjunto y si uno se aproxima a la explanada que lo rodea esa visión tan próxima impide percibirlo con en su globalidad y a mi juicio que se está perdiendo el deleite que es contemplar un elemento patrimonial y bien de interés cultural que forma parte de la ciudad que junto a la Catedral son imagen y icónica la ciudad de Palma«, consideró el arquitecto.
Ignacio Salas se mostró partidario de realizar una intervención en el bosque para recuperar la visión sobre el monumento. «Mi opinión -subrayó- es que el sector del bosque de Bellver que impide la visión del castillo desde la ciudad debería ser repensada», afirma. «No es necesario eliminar la capa vegetal del entorno pero existen árboles y plantas de menor porte que no impedirían la visión de la edificio y seguirán aportando los beneficios que aporta la naturaleza y eliminar o talar árboles no es un sacrilegio», consideró.
El alcalde José Hila se opuso durante la pasada legislatura
Desde la pasada legislatura, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Palma es consciente del problema, porque ya en 2022 se presentaron al consistorio numerosas sugerencias y reclamaciones de particulares y asociaciones de vecinos pidiendo a Cort que realice una poda cuidadosa de los pinos causantes del ocultamiento. E incluso el asunto se llegó a tratar en la Mesa del Árbol que José Hila constituyó siendo alcalde de Palma en diciembre de 2021. Pero ni órgano asesor en materia de arbolado y zonas verdes quiso tomar entonces ninguna decisión al respecto