Se realizan los primeros vuelos de prueba del misil antibuque LRASM en el F-35C, marcando un avance significativo en su integración.

Pruebas del misil LRASM en el F-35C destacan por vuelo cautivo inicial

El Ejército de EE. UU. ha revelado las primeras imágenes del misil antibuque de largo alcance (LRASM) AGM-158C, en vuelo desde un avión de prueba F-35C. Las pruebas tuvieron lugar en la Estación Aérea Naval de Patuxent River, Maryland, los días 9 y 10 de septiembre de 2024. Estas imágenes documentan el inicio de los ensayos de integración del arma con la aeronave.

Durante los vuelos, el F-35C llevaba dos LRASM en los puntos de anclaje más internos y dos misiles AIM-9X inertes en las puntas de las alas. Este evento marcó la primera vez que el LRASM se presentó con pintura blanca similar a la del JASSM, a diferencia del color negro utilizado en anteriores pruebas.

El propósito de estas pruebas, conocidas como “transporte cautivo”, es analizar cómo afecta el misil al fuselaje del avión bajo diferentes condiciones de vuelo. También se evaluará la integridad estructural del misil y la aeronave antes de proceder con pruebas más avanzadas de caída en vuelo.

El LRASM es clave para enfrentar amenazas navales en el Pacífico

El LRASM es crucial para contrarrestar las amenazas navales que podrían surgir en un conflicto con China, donde los buques de guerra de la Armada del EPL serían los principales objetivos. En abril de 2024, se realizó una prueba histórica del LRASM, cuando cuatro misiles fueron lanzados simultáneamente desde F/A-18E/F Super Hornet.

Esta capacidad antibuque de largo alcance se está desarrollando para proporcionar a las fuerzas estadounidenses y sus aliados una ventaja frente a embarcaciones de alta amenaza en escenarios marítimos. Las pruebas en curso en Maryland buscan validar la efectividad del misil cuando se transporta externamente en el F-35C.

El F-35C de EE. UU. realiza pruebas clave con misil LRASM
El piloto de pruebas del F-35 Lightning II realiza una prueba de vuelo el 9 de septiembre para certificar la variante de portaaviones del avión de combate para transportar el misil antibuque de largo alcance (LRASM) AGM-158C. (Crédito de la imagen: Dane Wiedmann)

Las imágenes publicadas también muestran una banda azul en los misiles, indicando que se trata de versiones inertes utilizadas en estas pruebas iniciales.

Ensayos del LRASM en el F-35C avanzan hacia pruebas de separación en vuelo

El programa de pruebas, dirigido por la Fuerza de Prueba Integrada del F-35 de Pax River, tiene como objetivo certificar el F-35C para transportar y lanzar el misil LRASM. Las primeras pruebas permitieron evaluar las cargas y el comportamiento de vuelo con los AGM-158C montados en estaciones externas.

Además, estos ensayos buscan confirmar la relación entre los sistemas de control de fuego del F-35C y los dispositivos de expulsión de misiles. También se espera desarrollar parámetros específicos de lanzamiento que optimicen el rendimiento del LRASM.

El Pax ITF ha descrito el LRASM como una solución a corto plazo para mejorar las capacidades ofensivas de las fuerzas aéreas estadounidenses en escenarios de guerra marítima, proporcionando un arma de largo alcance eficaz contra objetivos navales.

Pruebas en Maryland: vitales para la certificación del F-35C con el LRASM

Estas pruebas son fundamentales para la certificación del F-35C con el misil LRASM, marcando un paso crucial en el desarrollo de las capacidades antibuque del avión. A medida que avanzan las pruebas, se espera que el F-35C obtenga la capacidad plena para portar y lanzar el LRASM en operaciones reales.

El aviador superior de la Fuerza Aérea de EE. UU. Andrew Hill, a la izquierda, el aviador superior Isaac Pontow, en el centro, y el aviador superior Court Black, miembros de la tripulación de carga de armas del 28.º Grupo de Mantenimiento, transfieren una munición de entrenamiento aéreo simulada DATM-158 de un «bloqueador» MHU-83 a otro en preparación para cargarla en un B-1B Lancer durante un ejercicio de entrenamiento Raider Reach en la Base de la Fuerza Aérea Ellsworth, Dakota del Sur, el 17 de septiembre de 2024. (Crédito de la imagen: USAF/Aviador de primera clase Brittany Kenney)

El F-35C, una variante de despegue y aterrizaje convencionales diseñada para operar desde portaaviones, está programado para ser uno de los principales aviones de combate de la Armada estadounidense en las próximas décadas. La capacidad de portar misiles antibuque como el LRASM fortalecerá su capacidad de proyectar poder en el océano Pacífico.

Con la colaboración de Lockheed Martin, la Marina y la Fuerza de Prueba Integrada de Pax River continúan avanzando hacia la certificación completa del misil en el F-35C.

El AGM-158C es clave en la estrategia antibuque de EE. UU. en el Pacífico

El AGM-158C LRASM es una versión del misil aire-superficie conjunto JASSM, optimizada para misiones antibuque. Esta poderosa arma está diseñada para ser transportada externamente por aviones F-35B y F-35C, así como por los F/A-18 Super Hornet, todos ellos desplegados por las fuerzas de los Estados Unidos.

Las pruebas recientes mostraron al F-35C con misiles LRASM en sus puntos de anclaje externos, ya que el tamaño del misil lo hace incompatible con los compartimentos de armas internos del avión. Este problema también afecta al F-35B, la variante STOVL utilizada por el Cuerpo de Marines de EE. UU.

El AGM-158B JASSM-ER, otra variante del misil, ha sido mejorado con sistemas avanzados de navegación y un enlace de datos que permite su reorientación en pleno vuelo. Estas capacidades son esenciales para enfrentar las crecientes amenazas navales en el Pacífico.

Misiles antibuque avanzados mejoran la capacidad ofensiva en el Pacífico

Con un enfoque creciente en la región del Pacífico occidental y la necesidad de contrarrestar la Armada del Ejército Popular de Liberación de China, las fuerzas estadounidenses han puesto especial énfasis en el desarrollo de armas antibuque de largo alcance. El LRASM puede cambiar de trayectoria de manera impredecible para evadir los sistemas de defensa aérea, lo que lo convierte en una amenaza formidable.

En abril de 2024, Lockheed Martin llevó a cabo una prueba con cuatro misiles LRASM lanzados desde F/A-18 Super Hornets, demostrando su letalidad y capacidad de integración en operaciones antibuque. Estos misiles, una vez lanzados, se guían hacia sus objetivos mediante GPS, utilizando sensores avanzados para la orientación final.

La capacidad de modificar la trayectoria de vuelo y de recibir actualizaciones de la posición del objetivo en pleno vuelo los convierte en un recurso estratégico invaluable para las fuerzas estadounidenses en un escenario de guerra naval.

Avances en la capacidad del LRASM refuerzan la defensa antibuque de EE. UU.

El LRASM ya está en servicio operativo con varias plataformas, como el bombardero B-1B Lancer y el F/A-18 Super Hornet. Además, el misil está en proceso de integración en el avión de patrulla marítima P-8A Poseidon, lo que expande su utilidad en misiones de vigilancia y ataque.

Lockheed Martin ha desarrollado tres variantes principales del LRASM bajo el programa OASuW Increment 1, y se espera que la última versión, el AGM-158C-3, aumente significativamente su alcance. Actualmente, el misil tiene un alcance de 321 km, pero un nuevo pedido de 288 millones de dólares busca desarrollar una variante que podría alcanzar hasta 1.600 km.

Esta mejora sería un avance crucial para mantener a las plataformas de lanzamiento a una distancia segura de las fuerzas enemigas, permitiendo un ataque efectivo sin comprometer la seguridad de los aviones lanzadores.

EE. UU. refuerza sus capacidades antibuque con el LRASM de largo alcance

Además de los avances en el LRASM, Estados Unidos también está adquiriendo el Joint Strike Missile (JSM) de la empresa noruega KONGberg, compatible con los compartimentos de armas internos del F-35. Esto proporcionará una capacidad adicional de ataque terrestre y antibuque en futuras operaciones.

Lockheed Martin sigue desarrollando nuevas variantes del LRASM, incluyendo una versión de alcance extremo, presentada durante la reunión Air, Space and Cyber 2024. Aunque esta iniciativa está financiada internamente, es probable que el Departamento de Defensa esté interesado en incorporar esta versión a sus arsenales.

La continua evolución de los misiles de largo alcance como el LRASM refuerza las capacidades ofensivas de las fuerzas estadounidenses en un contexto de creciente tensión en el Pacífico, asegurando su capacidad para proyectar poder en un entorno marítimo complejo.

Fuente