Tesla ha acelerado en Wall Street (+4,93%) y ha sido uno de los valores más alcistas del Nasdaq después de que el Departamento de Comercio de EEUU haya propuesto este lunes prohibir software y hardware chino en los automóviles conectados que circulen por las carreteras estadounidenses alegando preocupaciones por la seguridad nacional.
La administración Biden ha expresado temor a que empresas chinas puedan recopilar información sobre conductores e infraestructuras estadounidenses a través de estos vehículos, así como por la posible manipulación extranjera de coches conectados a Internet y sistemas de navegación.
Las prohibiciones impedirían las pruebas de automóviles autónomos en las carreteras de EEUU por parte de fabricantes chinos y se extenderían al software y hardware de vehículos producidos por otros adversarios extranjeros, entre los que se incluye Rusia.
«Cuando adversarios extranjeros crean software para fabricar un vehículo que pueda usarse para vigilancia y pueda controlarse de forma remota, eso amenaza la privacidad y la seguridad de los estadounidenses en la carretera«, ha dicho la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, en declaraciones recogidas por ‘Reuters’.
«En una situación extrema, un adversario extranjero podría cerrar o tomar el control de todos sus vehículos que operan en Estados Unidos al mismo tiempo, provocando accidentes y bloqueando carreteras», ha añadido.
Además, según adelanta la agencia de noticias, que cita a un alto funcionario de la administración Biden, la propuesta prohibiría todos los automóviles y camiones livianos chinos existentes en el mercado estadounidense, pero permitirá a los fabricantes de coches del gigante asiático buscar «autorizaciones específicas» para obtener exenciones.
La propuesta recoge que las prohibiciones de software entren en vigor a partir del año 2027, mientras que en el caso de hardware se harían efectivas desde 2029 en adelante.
Cabe recordar que el mes pasado, la embajada china en Washington criticó la medida prevista para limitar las exportaciones de vehículos chinos a Estados Unidos, instando al país «a que respete estrictamente los principios del mercado y las normas del comercio internacional y cree un campo de juego equitativo para las empresas de todos los países. China defenderá firmemente sus derechos e intereses legítimos».