Hace 20 años el vuelo 815 de Oceanic Airlines se estrellaba en una isla que no aparecía en los mapas. Tras el accidente, 48 personas sobrevivieron. Un grupo que tuvo que enfrentarse a los peligros que encerraba la isla, sus misteriosos ocupantes y a otros supervivientes. Así comenzaba Perdidos.

20 años han pasado de la emisión del primer capítulo de una serie que marcó un antes y un después en la cultura popular occidental. Dos décadas desde que Perdidos (Lost) apareció en nuestras pantallas y lo cambió todo.

Perdidos (Lost), una serie extremadamente imperfecta

Una serie la de Perdidos que ejemplifica el periodo de transición en la televisión moderna: una ficción extremadamente imperfecta e irregular, pero por el tiempo que le tocó vivir. Fue la serie bisagra que, como se supo ver años después, incluso en la actualidad, tiene las características de la tele tradicional.

Y es que con ella nació otro tipo de series, menos accesibles al gran público. Hoy ya estamos acostumbrados, pero eran aquellas en las que hay que seguir un argumento, no nos podemos perder un capítulo y exige atención.

Una serie que no fue la primera en hacer lo que hacía: utilizar recursos cinematográficos más que televisivos para contar una historia envuelta en misterio e incógnitas que juegan con el espectador.

La génesis de Lost se remonta a 2003, cuando Lloyd Braun, entonces presidente de la cadena ABC, quiso desarrollar un proyecto de ficción que sería una especie de mezcla entre la película Náufrago (2001) y el programa de telerrealidad Survivor (Supervivientes). Después de dos propuestas de guion rechazadas, Braun recurrió a JJ Abrams, que trabajó el borrador de la serie con Damon Lindelof, con quien formaría uno de los duetos creativos más famosos de principios de siglo.

Las temporadas 3, 4 y 5 la hicieron adictiva

El proyecto salió adelante pero no sin dejar una gran cantidad de dinero: entonces, el primer episodio piloto fue el más caro que se había producido nunca para la televisión, entre 10 y 14 millones de dólares. Al principio, se tenía el convencimiento de que todo ello era un desbarajuste y que la serie se despeñaría de entrada. Pero todo lo contrario.

En realidad, en ese momento no lo sabíamos, pero Perdidos se propuso como un ejercicio narrativo bastante vanguardista -en el sentido de ‘experimental’- que lo mismo introducía un entonces novedoso salto temporal hacia adelante, un flashforward, que se diría hoy.

Con todo, se remontaba a escenarios arcanos de la lucha entre el bien y el mal. ¡Uno de los capítulos de su última temporada empezaba en Tenerife en 1867! Pero sin duda fueron los sorprendentes ‘plot twist’ al inicio de algunas de sus mejores temporadas, probablemente la tercera, cuarta y quinta, las que la hicieron enormemente adictiva. Y por eso hoy es una serie que, aún del paso del tiempo, sigue siendo de lo más visto en la historia de la televisión. De hecho, hoy la podemos seguir viendo en plataformas como Netflix. Pero, ¿qué hay en ella que no podemos dejar de verla?

1. Los misterios centrales de Perdidos (Lost): cada episodio descubría la historia de los pasajeros

Los episodios de Perdidos, de hecho, son muy recuperables hoy en día no solamente por las localizaciones en Hawaii, sino por la estructura de los episodios.

Había misterios centrales que tenían en vilo a los espectadores, pero también cierta sensación de conclusión: en cada episodio se descubría una historia de los pasajeros del vuelo Oceanic-815 mediante flashbacks. Nadie le quitará nunca a Lindelof el don de saber contar una historia (y en The Leftovers o Watchmen demostraría que es The Boss a la hora de estructurar la información y escribir episodios que se salen de la norma).

2. Los misterios de la isla

¿Qué se esconde tras los números: 4 8 15 16 23 42? ¿Cuál es su origen? La reiteración del uso de estos números es una de las mayores incógnitas ocultas durante todo el desarrollo de la serie. Estos números nos mantuvieron en vilo, buscando en ellos la respuesta a nuestras preguntas.

Además, la serie nos dejó otras incógnitas. ¿Por qué hay una estatua gigante de un pie con cuatro dedos? ¿Qué hace un oso polar blanco en medio de la isla? ¿De dónde procede el humo negro? ¿Qué se esconde bajo la escotilla? Muchos, muchos planteamientos por resolver que nos mantuvieron enganchados en cada capítulo.

3. ¿Qué es Dharma?

¿Qué es Dharma? ¿Hay más personas viviendo en la isla? Todos los espectadores de la serie Perdidos nos preguntamos en su momento qué se escondía detrás de la iniciativa Dharma.

Conocimos a varios empleados, a los que se refirieron con el nombre de ‘Los Otros’, que se encontraban trabajando para esta misteriosa corporación y fue toda una revelación para los protagonistas del vuelo Oceanic 815. ¿Por qué hay varias estaciones Dharma? ¿Qué se encuentra en cada una de ellas?

4. Un cambio en la historia de la televisión

Se emitían, en aquel momento, series de altísima calidad como Los Soprano o The Wire, pero Perdidos (Lost)consiguió algo que ninguna ficción había logrado: convertir al espectador en un elemento activo.

Los constantes misterios e interrogantes de la serie – como los osos polares, el humo negro o los números que también han aparecido por aquí – permitía la creación de múltiples teorías que los fans discutían por foros y chats de internet después de cada capítulo. ¡Y eso sin todavía existir las redes sociales!

Es una serie que ha dado mucho que hablar, incluso hubo teorías de que todos los personajes estaban muertos desde el principio. Pero los creadores de Perdidos llegaron a confirmar en 2014 que no, que había alguno que estaba vivo. Algo difícil de creer con el final que tuvo la serie: esa maravillosa escena en la que todos se reúnen en una iglesia mientras, en forma de flashbacks, se ve como Jack se «muere» lentamente en la isla y observa (sonriendo) cómo un avión sobrevuela la isla.

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