El futuro de Javi Puado es uno de los temas que más preocupan al aficionado espanyolista en la actualidad. El capitán espanyolista, pilar fundamental del equipo de Manolo González en su ascenso a la máxima categoría, termina contrato en junio de 2025, una situación contractual complicada que se espera resolver en los próximos meses.
La renovación de Puado no es un tema nuevo en la actualidad espanyolista; desde la dirección deportiva se lleva tratando las posibilidades de su continuidad desde hace tiempo. Sin embargo, el club se debe a unas limitaciones a nivel económico que hacen prácticamente imposible tener una planificación estable dentro del equipo, así que las negociaciones se pararon durante el mercado de verano para hacer frente a una ventana de fichajes que iba a ser crucial para el futuro de la entidad.
El club cuenta con limitaciones… y pide paciencia
El club restó a la espera de conocer cómo era la situación de sus arcas antes de hacer su próximo movimiento en este sentido. La entidad ha hecho saber que no puede llegar a las peticiones económicas de jugadores como Melamed o Braithwaite, que terminaron abandonando el club después de que sus exigencias contractuales no se viesen cumplidas. Sin embargo, el caso de Puado es otro muy distinto; la predisposición entre ambas partes es buena y, por ahora, no existe mayor preocupación en el Espanyol.
El club se remite a tener paciencia en este sentido; Fran Garagarza reconoció que las negociaciones habían entrado en un pequeño ‘parón’, aunque se retomarán porque desde la entidad se valora la contribución del delantero en el equipo. El Espanyol sabe que debe trabajar en renovar a su capitán dentro de los límites salariales posibles, aunque no existe mayor presión que la de esperar a que ambas partes lleguen a un acuerdo con el tiempo. Puado podría empezar a negociar con cualquier equipo a partir del 1 de enero, una situación que se quiere evitar acordando la renovación en los próximos meses.
