Un gol de Valery a la salida de un córner en el último minuto de la prolongación desequilibró a favor del Mallorca (1-2) un bonito partido en el Benito Villamarín, que llegó empatado a uno al descanso y en cuya segunda mitad destacó sobremanera el portero visitante, el eslovaco Dominik Greif.
Giovani Lo Celso continuó, nada más empezar, con la cátedra de fútbol que está impartiendo desde su reincorporación al Betis, a la vuelta del último parón de selecciones, pues adelantó a su equipo con una jugada personal, conducción de veinte metros y zurdazo a la escuadra desde el borde el área.
Todavía se celebraba el golazo del argentino en el Benito Villamarín cuando Cyle Larin bajó un balón largo, maniobró para hacerse sitio entre los centrales, a los que martirizó durante toda la primera parte, y se hizo espacio para asistir a Dani Rodríguez, que marcó el empate mediante un tiro cruzado.
Los béticos dominaban tanto la posesión como el territorio, lo que proporcionó un par de ocasiones a Vitor Roque, muy activo pero desafortunado en el remate, a través de un centro de Abde que el brasileño tocó con el hombro en vez de con la cabeza, y con un pase en profundidad de Altimira tras el que se estrelló en la salida veloz de Greif.
El Mallorca, que defendía su área con solvencia pese a estos dos sustos, también rozó el tanto antes del descanso con un cabezazo a bocajarro de Samu Costa que paró Rui Silva y con un disparo de Dani Rodríguez desde una posición muy parecida a la del gol del empate.
El inicio de la segunda mitad del Betis fue arrollador gracias a la capacidad de desequilibrio de sus dos extremos, Abde y Chimy Ávila: el marroquí sentó a Antonio Sánchez con un control orientado antes de ensayar un tiro que tocó los dos palos en su viaje por la línea de gol (min. 47) y el argentino un pase de la muerte a Vitor Roque, cuyo disparo repelió Greif con un paradón (min. 51).
Jagoba Arrasate refrescó a todo su sector ofensivo para intentar llevarse los tres puntos y, a medida que pasaban los minutos, su equipo sufría menos e incluso tenía llegadas peligrosas, como un remate de cabeza demasiado inocente de Robert Navarro cuando estaba sin marca en el punto de penalti.
En el primer minuto de la prolongación, sin embargo, Aitor Rubial pudo darle el triunfo al Betis con un derechazo cruzado que detuvo Greif, muy firme en su primer poste, y en el área contraria, cuando se jugaba el último minuto, Valery apareció en el segundo palo de un córner mal defendido para fusilar el 1-2, que rozó levemente en Bellerín.