Fitch Ratings ha confirmado la calificación de Reino Unido en ‘AA-‘, con perspectiva estable. Además, la firma ha elevado hasta el 1% su previsión de crecimiento económica para 2024, desde el 0,2% que estimaban anteriormente, ante la fortaleza de la recuperación en el primer semestre de este año.
De cara a 2025 y 2026, esperan que el crecimiento sea del 1,5%, por debajo del 2,2% proyectado para la mediana de la categoría ‘AA’, «gracias a unas condiciones de financiación más laxas y a una mejor demanda externa debido a una recuperación prevista en la UE».
En cuanto a la inflación, calculan que promediará el 2,6% en 2024 y el 2,3% en 2025, «apenas por encima del 2,4% y el 2,1% previstos, respectivamente, para la mediana ‘AA'», destacan.
Además, sobre los tipos de interés, Fitch espera una flexibilización monetaria gradual con tipos que disminuirán al 4,5% para finales de 2024 y al 3% para finales de 2026. Hay que recordar que el Banco de Inglaterra (BoE) comenzó su ciclo de flexibilización en agosto con un recorte de 25 puntos básicos, hasta el 5%, donde los mantuvo en su encuentro de septiembre.
Respecto al déficit fiscal, la firma prevé que sea más amplio que el de sus pares: se reducirá al 4,4% del PIB en 2024, por debajo del 5,9% en 2023, «ya que los ahorros derivados de los menores pagos de intereses y subsidios serán absorbidos en parte por presiones de gasto mayores a las esperadas». Y esperan que se reduzca al 3,6% para 2026, «a medida que el nuevo gobierno equilibra su compromiso con la sostenibilidad fiscal con su objetivo de impulsar el crecimiento y mejorar la calidad de los servicios públicos».
Señalan que el Gobierno británico ha dado señales de una amplia continuidad con las normas fiscales actuales, al apuntar a que el equilibrio presupuestario actual y la relación deuda pública neta/PIB disminuyan para el quinto año de la previsión continua. También ha hecho hincapié en la sostenibilidad fiscal y la estabilidad económica y ha mostrado su intención al anunciar recortes de gasto por 5.500 millones de libras esterlinas.
«Sin embargo, no ha confirmado que tenga intención de mantener el alcance actual del objetivo de deuda pública, que actualmente excluye la deuda pública derivada de los programas del BoE. Como la deuda derivada de estos programas disminuirá, un cambio en el objetivo de deuda pública que incluya la deuda del BoE podría potencialmente aumentar el margen del gobierno para hacer frente a algunas presiones de gasto», añaden
Por otro lado, en su opinión, las reglas fiscales actuales «otorgan a las autoridades un margen de discreción significativo para utilizar el espacio fiscal proyectado (frente a un objetivo fiscal renovable) a fin de cumplir con sus prioridades de política. Esto se ha demostrado en los recientes eventos fiscales del gobierno anterior. Además, estas reglas no han logrado reconstruir el espacio fiscal utilizado por shocks sucesivos».
Para el endeudamiento, consideran que será elevado, con fuerte flexibilidad financiera. Vaticinan que la deuda general aumentará al 104% en 2024 y se estabilizará en torno al 105,6% en 2027-2028. Esta cifra «limitará el margen fiscal de Reino Unido para responder a futuros shocks sin generar una presión a la baja sobre la solvencia», dicen.