El presidente de Irlanda, Michael Higgins, ha señalado a Israel por haber filtrado sin evidencias una carta que envió al nuevo presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, tras su toma de posesión en julio. La embajada de Israel en Dublín ha desestimado categóricamente estas acusaciones, describiéndolas como “infundadas” y “calumniosas”.

La misiva, enviada el 11 de julio y publicada oficialmente el 26 de ese mes por el Ministerio de Asuntos Exteriores irlandés, contenía un mensaje de felicitación a Pezeshkian, subrayando el potencial de Irán para desempeñar un “papel crucial” en la estabilidad y en la resolución pacífica de los conflictos en Medio Oriente.

No obstante, la carta fue fuertemente cuestionada por su tono conciliador y la omisión de menciones a las acciones violentas de Irán, tanto internas como en la región. Entre los críticos se encontraba Mark Dubowitz, director ejecutivo de la Fundación para la Defensa de las Democracias, así como la embajada de Israel en Dublín, que recalcó la falta de referencia al apoyo de Irán a grupos terroristas como Hamás y Hezbolá.

Durante su visita a la sede de la ONU en Nueva York, Higgins defendió la carta, describiéndola como un documento “estándar” que hacía hincapié en la paz y la diplomacia.

Sin embargo, en relación con la filtración, Higgins acusó a la embajada de Israel de haber distribuido el texto, aunque reconoció no tener pruebas concretas de cómo Israel habría obtenido la carta. “¿Por qué no preguntas de dónde salió? ¿De dónde vino la crítica y cómo se distribuyó la carta, quién la hizo y con qué propósito?”, dijo Higgins, según informó The Independent, añadiendo que “se distribuyó desde la embajada israelí”.

La respuesta de la embajada de Israel fue inmediata, declarando a la agencia PA que, desde el inicio de los ataques de Hamás el 7 de octubre, “Israel ha sido blanco de numerosas declaraciones y acusaciones maliciosas, que a menudo se traducen en incitaciones al odio”.

En cuanto a las declaraciones de Higgins, la embajada las calificó como “acusaciones infundadas, altamente incendiarias y potencialmente calumniosas”, rechazándolas de manera tajante. Además, la embajada subrayó: “El hecho es que la carta fue redactada por el propio Higgins, y él debe ser quien defienda su contenido, que no menciona la amenaza que representa Irán en la región, su llamado a la destrucción de Israel, ni su financiamiento y armamento de organizaciones terroristas como Hamás y Hezbolá, ni las violaciones de derechos humanos contra sus propios ciudadanos”.

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