Él era el fundador, director y uno de los entrenadores del Club de Voleibol de Madrid, que compite en la Superliga Femenina de este deporte a nivel nacional. Ellas, dos jugadoras, una de 15 años y otra de 19, a las que, según denuncia la Fiscalía, habría agredido sexualmente aprovechándose de que «era el responsable de las decisiones que afectaban al club». Ahora, la Audiencia de Madrid le juzga desde este martes acusado de tres delitos de agresión sexual por los que podría llegar a ser condenado a 32 años de prisión, 7 de libertad vigilada y 16 de alejamiento de las víctimas.

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