Él era el fundador, director y uno de los entrenadores del Club de Voleibol de Madrid, que compite en la Superliga Femenina de este deporte a nivel nacional. Ellas, dos jugadoras, una de 15 años y otra de 19, a las que, según denuncia la Fiscalía, habría agredido sexualmente aprovechándose de que «era el responsable de las decisiones que afectaban al club». Ahora, la Audiencia de Madrid le juzga desde este martes acusado de tres delitos de agresión sexual por los que podría llegar a ser condenado a 32 años de prisión, 7 de libertad vigilada y 16 de alejamiento de las víctimas.
Según el escrito de acusación, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, el joven, de 36 años, se ofreció a llevar a su casa en coche a una de las presuntas víctimas tras un partido en el verano de 2019. Para ella, que entonces tenía 15 años, el entrenador era «como un padre», y lo que sentía por él era «respeto y admiración». Tras dejar primero a otra compañera del equipo, llevó a esta chica al parking de una universidad en Moncloa, Madrid, donde le habría dejado clara su posición de poder sobre ella.
“Tienes que saber que a la hora de saber quién se queda en el club se hacen tres listas siendo una de color naranja, otra verde y otra roja, siendo esta última en la que estás tú… y en mayúsculas», asegura la Fiscalía que el hombre dijo a la joven basándose en sus testimonios. Esto, recoge el Ministerio Público en su escrito, la hizo «entender que estaba fuera del equipo, para a continuación decirla que representaba la esencia del club y que no lo iba a permitir».
Después de una serie de insinuaciones por parte del fundador, director y entrenador del Club de Voleibol de Madrid en el que ella jugaba, él le propuso jugar a algo con las siguientes «palabras textuales»: «Voy a poner el cronómetro durante un minuto y lo que pase en ese minuto se olvidará». Al no hacer ella nada, él lo repitió, abrazándola y besándola en esta ocasión hasta que sintió «miedo, presión y vergüenza», colocándola después en el asiento trasero del coche para abusar sexualmente de ella.
Dos agresiones sexuales a mayor de edad
Un año después, en septiembre de 2020, y, según dice el escrito de acusación, habría abusado sexualmente dos veces de una de las jugadores valiéndose de que era «un referente» por el que ella sentía «admiración y respeto». Él le dijo que a partir de esa temporada iba a ser su entrenador, y que quería que ella fuera la capitana del equipo.
La Fiscalía, que explica que él sabía que ella estaba «pasando por una mala situación anímica» derivada de un trastorno de la alimentación, se «aprovechó» de que eso la hacía sentirse «vulnerable» y la invitó a una copa «con el fin de satisfacer su deseo sexual». Allí, en unas instalaciones del club, intentó besarla, aunque ella se resistió. Después, el la agredió sexualmente, y, a pesar de que le manifestó en varias ocasiones que no quería que eso se repitiera, al día siguiente volvió a suceder.
El hombre, que ya fue expulsado del club y apartado de los diez equipos que tiene el Club de Voleibol de Madrid cuando fue detenido, podría ser condenado a 20 años de cárcel por dos delitos de agresión sexual a esta víctima mayor de edad y otros 12 años por el caso previo. Además, el Ministerio Público pide que indemnice a cada una de ellas con 10.000 euros por daños morales y que se le condene a libertad vigilada durante 7 años y a no acercarse a ellas al menos durante 16 años más.