¿Es posible moldear a tu pareja? Sí, con tus conductas o acciones puede llegar a reforzar ciertos comportamientos de tu pareja que te gustan. Y esto tiene un nombre: el efecto Miguel Ángel. El efecto Miguel Ángel se refiere a la influencia positiva que puede tener una relación íntima o de pareja en el desarrollo personal de un individuo. El nombre se inspira en el escultor renacentista Miguel Ángel, quien creía que el papel del artista era revelar la figura oculta en el mármol y se dedicó a esculpir la perfección.
Este símil llevado a una relación de pareja nos habla de que en una relación de pareja, una persona puede ayudar a su compañero a «esculpir» o desarrollar la mejor versión de sí mismo, guiándolo hacia la autorrealización y la consecución de sus objetivos.
No se trata de cambiar a la otra persona, sino de fomentar un crecimiento natural, respetando su esencia. En una relación donde opera el efecto Miguel Ángel, ambos miembros trabajan juntos para sacar a la luz los valores, metas y aspiraciones que el otro ya posee, pero que tal vez no ha desarrollado completamente.
¿Cómo funciona el efecto Miguel Ángel?
En la cuenta de Instagram de divulgación de psicología de la psicóloga Georgina Rubio (@ensicopedia) nos explica que el efecto Miguel Ángel trata de llevar a la otra persona “a su mejor versión”. Así, “consiste en reforzar positivamente las conductas que queremos que se repitan en el otro (…) y así aumentará la probabilidad de que se vuelva a reproducir”.
Nuestra pareja es de las personas con las que más tiempo pasamos y sobre la que más podemos influir y que nos influya. Además, “estas conductas de modificación muchas veces las realizamos sin darnos cuenta, pero comprender cómo las utilizamos o cómo las utilizan con nosotros nos puede ayudar a darnos cuenta de la influencia que ejercemos sobre los otros”, incide la psicóloga.
Es por ello que, sabiendo esto, es “crucial cuidar la imagen que tenemos de nosotros mismos y de nuestros objetivos”, remata Rubio.
Para poder poner en práctica el efecto Miguel Ángel es fundamental que ambas personas entiendan cuáles son los valores y metas de su pareja. Una vez que esto está claro, ambos deben trabajar para ayudarse a conseguir estos objetivos, ya sea a través de acciones cómo motivar al otro para alcanzar una meta específica o apoyar emocionalmente durante los momentos difíciles.
La clave para que el efecto Miguel Ángel funcione correctamente es mantener una comunicación fluida. Ambos deben ser capaces de expresar sus necesidades y expectativas, así como estar dispuestos a recibir retroalimentación constructiva.
Cómo puede mejorar la pareja el efecto Miguel Ángel
Las relaciones que experimentan el efecto Miguel Ángel suelen ser más satisfactorias, ya que están basadas en el respeto mutuo, la confianza y la búsqueda de un crecimiento personal compartido.
Las personas se sienten más realizadas al ver que están avanzando hacia sus metas y el apoyo mutuo fortalece el vínculo emocional. Para ambos, les permite experimentar un desarrollo personal continuo.