Crece el temor por el posible estallido de una guerra a gran escala. Al menos 356 personas, entre ellas 24 niños 31 mujeres, han muerto este lunes por los ataques israelíes sobre el sur del Líbano. Además, hay más de mil heridos, según datos aportados por el Ministerio de Salud del Líbano.
Las milicias proiraníes de la Resistencia Islámica en Irakhan intensificado su ofensiva contra Israel, en un contexto de creciente violencia en Oriente Medio. A través de un comunicado, estas facciones armadas afirmaron haber lanzado un dron suicida tipo Al Arfad contra «un objetivo no especificado» en el Valle del Jordán. Estos vehículos aéreos no tripulados han sido utilizados previamente por las milicias en ataques contra posiciones estadounidenses en Irak y son similares a los empleados por los rebeldes hutíes de Yemen.
El ataque, según el comunicado de las milicias, se ha llevado a cabo en solidaridad con Palestina y «en respuesta a las masacres cometidas por la entidad usurpadora (Israel) contra civiles, menores, mujeres y ancianos» en la Franja de Gaza y en el Líbano. En este último país, las milicias están aliadas con el grupo chií libanés Hizbulá, que también ha aumentado sus hostilidades contra Israel en las últimas semanas.
«Los continuos bombardeos del enemigo israelí contra el sur del país han causado el martirio de 50 personas y heridas a más de 300, según un balance inicial», informa el Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Sanidad libanés. El Ministerio de Sanidad había ordenado la suspensión de todas las operaciones no urgentes para atender a las víctimas de los ataques israelíes contra «más de 300» supuestos objetivos de Hezbolá.
Se suma a otros 4 ataques de las milicias iraquíes
Por su parte, el Ejército israelí informó que detectó un vehículo aéreo no tripulado lanzado desde Irak, que cruzó a su territorio desde Siria. Las fuerzas israelíes activaron sus baterías antiaéreas, logrando interceptar el dron. Según su comunicado, no hubo heridos y el incidente concluyó sin mayores consecuencias. Esta acción se suma a otros cuatro ataques reivindicados por las milicias iraquíes durante la jornada del domingo, en los que también emplearon drones y misiles de crucero contra el norte y sur de Israel. El Ejército israelí aseguró haber interceptado con éxito todos los proyectiles, sin que se registraran bajas.
La Resistencia Islámica en Irak forma parte del llamado Eje de la Resistencia, una alianza informal liderada por Irán que incluye a Hizbulá, los hutíes y Hamás, entre otros grupos. Esta red de milicias ha incrementado sus ataques desde el inicio de la guerra en Gaza en octubre, cuando las tensiones entre Israel y los grupos armados en la región alcanzaron un nuevo punto álgido.
Muere una decena de altos cargos de Hizbulá
Además de los ataques con drones y misiles contra Israel, estas milicias iraquíes han dirigido sus ofensivas hacia bases militares en Irak y Siria, donde hay presencia de tropas estadounidenses. Washington ha expresado en repetidas ocasiones su preocupación por el papel desestabilizador de las milicias respaldadas por Irán en la región, en particular en el contexto de la guerra en Gaza, que ha reavivado los conflictos latentes en Oriente Medio.
En paralelo a los ataques en Irak y Siria, la situación en el Líbano también se ha deteriorado. La tensión en el país se ha intensificado tras la explosión de dispositivos de comunicación en manos de integrantes de Hizbulá y los bombardeos israelíes a las afueras de Beirut. El pasado viernes, un ataque aéreo israelíacabó con la vida de más de una decena de altos cargos de Hizbulá, lo que ha elevado aún más el riesgo de una escalada mayor en el conflicto.
La guerra en Gaza, lejos de ser un conflicto aislado, está desestabilizando a toda la región, arrastrando a grupos como Hizbulá y a las milicias iraquíes, que buscan ejercer presión sobre Israel desde múltiples frentes. Mientras, la comunidad internacional sigue llamando a la moderación y la violencia no parece tener fin. Los ataques contra Israel, así como las represalias, podrían escalar aún más en los próximos días, complicando los esfuerzos diplomáticos por encontrar una solución pacífica al conflicto.
Durante los últimos días se ha registrado un aumento de las tensiones, especialmente tras la oleada de explosiones coordinadas en dispositivos de comunicación, que dejó alrededor de 40 muertos y unos 3.000 heridos. Posteriormente, más de 50 personas murieron el viernes en el bombardeo israelí contra la capital de Líbano, Beirut, entre ellos Ibrahim Akil, un alto cargo del grupo libanés.
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