Ningún equipo, ni siquiera el Madrid o el Barcelona, han ganado tantos partidos en Murcia como el Unicaja Málaga en los últimos tiempos. Y como un ‘dejá vú’, se repitió la historia de 2023. El verde se volvió a comer al rojo en el que ya muchos malagueños llaman el ‘Carpena de Murcia’. El partido estuvo intenso e igualado hasta dos minutos del final, pero cuando se esperaba que fuera el equipo de Ibon Navarro el que acusara los esfuerzos de las semana pasada en la Intercontinental, fueron los jugadores de Sito Alonso los que perdieron la brújula. Demasiadas concesiones durante el choque bajo los aros también hicieron mella y el globo, la ilusión de volver a jugar una final contra el Real Madrid, como la vivida al final de la pasada temporada, se esfumó en un santiamén, en dos minutos finales para olvidar.
Tiraron de garra los locales cuando el partido se les puso cuesta arriba. Apareció Radovic en el tercer cuarto para encender la llama del Palacio, para que la grada, más llena de aficionados murcianos que en la Supercopa de hace un año, vibrara como lo hacía la pasada temporada. Los triples de Hakanson hicieron pensar que la maldición del anfitrión del torneo podía acabar, pero no fue así, porque el arreón final del Unicaja ‘mató’ al UCAM.
El apoyo a Tomás Bellas
Desde Madrid, siguiendo la Supercopa por televisión, estaba Tomás Bellas, el exjugador del UCAM Murcia que esta campaña no puede competir con el Fuenlabrada por una enfermedad que le detectaron este verano. Los universitarios se acordaron de él y le sorprendieron saltando a la pista con una camiseta blanca con el número siete a la espalda, el que lució en Murcia, y con una leyenda: ‘Tomás Bellas, uno de los nuestros’. El base, a través de su cuenta en la red social en X (antes twitter), dejó un emocionado mensaje de agradecimiento.
Otra vez Facundo Campazzo
Solo hemos visto salir enojado del Palacio de los Deportes a Facundo Campazzo en una ocasión. Fue en el partido de liga contra el UCAM del curso pasado. En el resto de ocasiones siempre ha sido protagonista. Ya en la Supercopa del año pasado, en su regreso al Real Madrid, se llevó el título y el MVP. También le pasó lo mismo en la final de la pasada liga contra el irreverente equipo murciano. Y ayer, cuando peor lo pasaba su equipo y el Barça metía en muchos problemas a los blancos, se sacó, primero, una asistencia para Tavares, y después, un robo de balón que fue decisivo. Acabó con 18 puntos tras anotar dos tiros libres. Y como siempre, aclamado por el público de Murcia, ese que aunque pasen muchos años, seguirá sonriendo cada vez que escuche el nombre de ese menudo argentino que siempre tiene un as guardado en la manga.
Una Fan Zone más atractiva
La mañana amaneció lloviendo, con el cielo cerrado. Pero las nubes se fueron pronto, apareció el sol y la animación a mediodía de ayer en la Fan Zone fue máxima. Aunque como ocurrió hace un año se hizo a última hora, esta vez las atracciones para todos los públicos fueron mayores gracias al esfuerzo de la Federación de Baloncesto de la Región de Murcia. Por cierto, el cartel que daba la bienvenida el viernes que ponía ‘balocesto’ y que circuló por las redes sociales se rectificó a tiempo.
Y la megafonía se fastidió
El Ayuntamiento ha realizado algunas mejores en el Palacio para la Supercopa. No hicieron falta tantas como en 2023, pero una de ellas fue la megafonía. Funcionó perfecta en el primer partido, pero en el segundo se fastidió y los aficionados que estaban en el fondo oeste prácticamente no escucharon los mensajes del speaker.
Pitos y abrazos para Pérez Pérez
Se jubila Miguel Ángel Pérez Pérez, uno de los colegiados históricos de la ACB. Después del homenaje y aplausos que recibió ante el UCAM-Unicaja, se llevó una atronadora pitada en el último cuarto por una falta señalada a Rodions Kurucs. Fue un día de pistos y abrazos para él.