Es bien conocido el tono que utiliza la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en todas sus intervenciones. Contraataque y defensa constante, sin que haya espacio para los espacios comunes o de diálogo. Esta semana ha estado cargada de intervenciones de la presidenta madrileña entre su participación en el Foro ABC, su intervención en el Pleno de la Asamblea autonómica y su asistencia en diferentes ruedas de prensa, y llaman la atención los temas más recurrentes en sus discursos: además de tratar puntos fundamentales para una dirigente autonómica como lo son la educación, la sanidad o las infraestructuras, lo cierto es que Ayuso ha pasado más tiempo esta semana hablando de Pedro Sánchez, de Cataluña y de Venezuela que de sus responsabilidades al frente del Gobierno autonómico. 

Ayuso estrenó la semana interviniendo en el Foro ABC, donde sacó a pasear toda la artillería pesada contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, contra su forma de gobernar y contra los socios del Ejecutivo, además de hacer lo propio con la situación venezolana y Nicolás Maduro.

«Estamos viviendo en España una situación inédita y ya la conocemos todos. Tenemos un presidente del Gobierno que sólo piensa en mantenerse en el poder cueste lo que cueste a los españoles. Su concepto de lo que significa gobernar es un desprecio a las instituciones y a los ciudadanos. Lo fía todo a sobrevivir y se olvida de los verdaderos problemas de España», arrancaba Ayuso.

«España tiene graves problemas. Los males que aquejan los jóvenes y la falta de soluciones ante ellos. Vamos a tener cada vez más personas mayores, pero menos abuelos, o la enemistad entre regiones, generando desigualdad entre españoles desde el Gobierno», enumeraba. «Nosotros, desde Madrid, defenderemos la convivencia internacional y el Estado de Derecho. Las dictaduras son lo menos social que hay. No podemos mirar para otro lado cuando se socavan los valores constitucionales ni en España ni en otros países», señalaba, unas líneas que le servirían después de percha para tratar uno de los temas a los que más rato dedicó: Venezuela. 


Antes de ello, la dirigente madrileña incidió en algunas de sus propuestas en materia sanitaria y educativa: «Es necesario llevar a cabo nuevos programas sanitarios, con nuevo equipamiento, y poder dotar a nuestros hospitales del mejor material y de los mejores profesionales para tal propósito. Además, vamos a llevar a cabo políticas de prevención para la dependencia y ayudas contra las drogas. En cuanto a la educación de los jóvenes, repetimos las propuestas que ya hemos hecho anteriormente: adelantar la Educación Secundaria Obligatoria, los dos primeros cursos, a los colegios, para que los preadolescentes terminen de forjar su personalidad y sigan en un entorno que ya conocen durante algo más de tiempo, y no estén tan en contacto con adolescentes de mayor edad, adaptar los horarios de los colegios a los niños y que puedan apuntarse a actividades extraescolares en otros centros».

«Madrid aporta mucho al PIB español, a pesar de ser una región de régimen común y, por tanto, no privilegiada. Nuestras políticas no estan basadas en ideología, sino basadas en la libertad», continuaba, repitiendo una vez más el manido mantra de siempre.

«No necesitamos singularidad ni conciertos. No descuidamos la solidaridad con el resto de España ni nuestras obligaciones, aunque sé que vienen tiempos de ataque. Recuerdo que Madrid es la casa de la libertad frente a los totalitarismos», continuaba, antes de, ahora sí, hablar de Venezuela durante casi diez minutos.

«Nicolás Maduro es un dictador y un tirano»

«No quiero finalizar esta intervención sin acordarme de los dos españoles detenidos en Venezuela por el régimen del dictador Nicolás Maduro. Me uno a todos aquellos que piden su liberación y le pido al gobierno que sea firme y que llame a las cosas por su nombre. ¿Por qué tantos rodeos cuando estamos ante un tirano?«, reflexionaba.

«Nicolás Redondo nos ha recordado que muchos desentierran la dictadura franquista y se olvidan de la de Venezuela. A nosotros nos preocupan las amenazas a los vivos, para no sentir en el futuro ni miedo ni vergüenza. Sin ninguna duda, el presidente electo de Venezuela, Edmundo González, debería haber sido reconocido desde el primer momento. No sé por qué tantos rodeos y no sé por qué no se escucha la voz de otros que han sido presidentes de nuestro gobierno y que dicen lo mismo», señalaba Ayuso, refiriéndose a antiguos expresidentes del Gobierno como José María Aznar, del que es bien sabida su línea política y su pensamiento.

«No sé qué más tiene que ocurrir en Venezuela para que veamos lo que sucede. Cuántos niños adolescentes tienen que ser perseguidos, cuánta gente tiene que morir, cuántos al exilio… Las empresas españolas no van a ver la luz en venezuela mientras el país siga en manos de un dictador al que hay que llevar a la Corte Penal Internacional. Edmundo tiene que llegar allí como presidente», exponía.

El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, recibe al candidato opositor, Edmundo González, en el Congreso de los Diputados (Madrid). EP.


«¿Hasta cuándo va a seguir engañándonos Sánchez?»

Tras terminar de despacharse con el tema de Venezuela, Ayuso dio el salto a los ataques a Sánchez y al Ejecutivo central en el mismo foro, asunto al que le dedicó los últimos veinticinco minutos de coloquio.

«Quiere dividir a las comunidades autónomas y normalizar el concierto catalán, en contra de la verdad. Va gobernando a la contra y no respeta el sentir mayoritario de los españoles. ¿Hasta cuándo va a seguir engañándonos? ¿Qué va a hacer el gobierno con España? ¿Cuál es su proyecto?», se cuestionaba.

«Nos están colando poco a poco sus marcos. Un debate económico, una República a la fuerza, visibilizando estados que no existen… y cuando no nos demos cuenta, cuando Sánchez se sienta atropellado, intentarán hacer un referéndum entre monarquía y república», elucubró, refiriéndose al reconocimiento del Estado de Palestina y teorizando con un presunto referéndum para elegir el modelo de jefatura estatal que ni el PSOE lleva en su programa, ni se ha propuesto en momento alguno desde el Ejecutivo.

«Pretende gobernar sin el Parlamento, como ha estado haciendo hasta ahora. Ahora ni siquiera tiene el Parlamento con tantas rupturas. Esa excusa le valía antes, pero ya no. Para seguir logrando el apoyo de Junts tiene que seguir faltando a la transparencia a la que ya nos estamos acostumbrando», sentenció. Venezuela, Cataluña y Sánchez, los tres pilares del discurso de Ayuso en este foro.

Perspectivas parecidas en el Pleno

Por otra parte, la intervención de la presidenta madrileña en el Pleno autonómico fue algo más moderada, ya que se limitó a responder a las preguntas que tenía programadas, pero tampoco se privó de lanzar dardos a sus objetivos favoritos.

«A Madrid se le deben 9000 millones de euros. Se está entregando dinero de la caja común española a españoles que nos odian y que quieren irse de aquí, y ustedes están financiándolos y siguiéndole el juego a esa burguesía catalana que está al frente de la desastrosa política de Cataluña», expresó ante Juan Lobato, antes de añadir: «Verán las caras que se les quedan cuando Salvador Illa también baje los impuestos«.

«Están yendo contra la prensa. Van a decidir quién es buen o mal periodista: no se celebran debates del Estado de la Nación, no se sabe cuánto cobran los altos cargos del CIS, pero van a meter mano a la prensa para amedentrar a jueces y empresarios. Eso es el sanchismo», añadió también, refiriéndose al Plan de Acción Democrática, una directiva europea que contempla, en esencia, hacer frente a los bulos y a la desinformación periodística en cualquiera de sus formas.

Ayuso terminó su intervención en el Pleno hablando del arranque del curso escolar, del que sacó pecho de la educación pública a pesar de sus numerosos problemas. «El del inicio curso académico se ha dado con récord de alumnos, 1.200.000, el 80% de ellos en centros públicos. También hemos registrado récord en becas y ayudas, con 269 millones de euros. En este sentido, también queremos evitar el sedentarismo y fomentar actividades sanas para evitar que los alumnos ingresen en bandas o que empiecen a consumir drogas«, concluyó.

Sin embargo, el PSOE de Madrid denunció a principios de agosto que la Comunidad de Madrid ha recortado un total de 775 profesores comprometidos por el Partido Popular de Isabel Díaz Ayuso al inicio del año. A través de un comunicado, los socialistas sostienen que en el proyecto presupuestario de 2023 se fijaba el número total en 51.936 docentes en centros públicos de Enseñanzas de Régimen General y Especial, y en el Presupuesto de 2024, en 54.105 docentes, es decir, “un crecimiento de 2.169 nuevos profesores y no solo 1.394”.

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