P: Aterrizó el pasado lunes en Alicante tras las Beach Sprint Finals de Génova, ¿resaca emocional?
R: Sí, bastante. Sobre todo por mis compañeros, que llevábamos mucho tiempo juntos. Da mucha pena por la experiencia que hemos vivido, pero en un mes volvemos a competir en la Copa de la Juventud, y pese a que la regata importante eran estas Beach Sprint Finals, nos concentramos de nuevo.
Este año ha compatibilizado segundo de Bachiller, con selectividad incluida, con el año más exigente de su vida a nivel deportivo…
Ha sido muy ajetreado. He faltado mucho a clase entre semanas de competición y concentración. Por ejemplo, del europeo de Polonia llegué el lunes 3 de junio, y al día siguiente tuve que empezar la EBAU. Fue una locura, pero creo que lo he sabido compaginar bien, además que desde el instituto me ayudaron mucho. Mucho estrés.
En cuánto a este subcampeonato del mundo, ¿está satisfecha con el resultado?
Sin duda, muy orgullosa. Lo di todo en cada regata, y el resultado fue magnífico. Llegaba después de un oro continental en Polonia, por lo que sabía que tenía opciones de estar en la pelea, pero por otro lado, también era una incógnita. La participación se triplica, el nivel sube mucho, y no conocía a ciencia cierta como iba a estar. Finalmente, logré mi objetivo. Estoy muy feliz.
Venía de ser campeona de España, y más tarde de Europa. ¿Cómo afrontó todo el camino hacia este campeonato de Génova?
Ha sido todo rápido. Después del campeonato de Europa en Polonia, nos dieron descanso. Vino bien, ya que unas semanas más tarde teníamos que volver a concentrarnos. Es un camino complicado, y más sabiendo que estás entre las mejores en cada prueba. Siempre con los pies en la tierra, y darlo todo en cada entrenamiento.
Y a nivel personal, ¿cómo es una experiencia así fuera de España, y en una prueba con tantos países?
Fue muy bonito. A mí Italia me encanta, así que era el sitio ideal para disfrutar toda la experiencia. Ojalá volver a repetir, divertirme y gozar cada momento también me ayudó mucho.
¿Cómo surge su afición por el remo?
Pues viene de hace diez años. De pequeña practicaba pádel, pero no me acababa de convencer. Mi hermana hacía remo, y fue ella quién me inculcó el deporte de tanto verla en los entrenamientos. Cuando tuve la edad, no lo dudé. Empecé a competir a nivel nacional en los niveles menores e iba a otras comunidades como Andalucía y Sevilla. Nos lo pasábamos muy bien.
¿Y cuándo da ese salto de competir a nivel continental e internacional?
El año pasado. En el primer año de juveniles. En cadetes las regatas empezaban a tener mucho nivel, pero el gran salto fue en 2023. Completé unas pruebas clasificatorias para la selección española, quedé segunda, y a partir de ahí empecé a concentrarme y a participar en estos torneos.
¿Cómo mantiene su pasión por el remo durante tantos años?
La clave es disfrutar. Vengo cada día a entrenar con ganas, y eso es lo que me hace seguir creciendo. Además de aprender, me divierto cada día en este deporte. Si no me apasionará, no estaría donde estoy. Además de rodearse de compañeros y maestros con el mismo afán que yo, por supuesto.
Sobre el futuro más próximo, se marcha de Alicante rumbo a Sevilla a seguir con los estudios. ¿Encara con ganas este cambio?
Sí, ahora entrenaré en el Club Náutico de Sevilla, un club muy prestigioso en la ciudad, y donde entrena mi hermana. Aun así, seguiré viniendo muchos fines de semana al RCRA (Real Club de Regatas de Alicante) para ejercitar Remo de Mar, ya que allí haré Remo Olímpico.
Mirando aún más lejos, la modalidad en la que acaba de proclamarse subcampeona del mundo es una prueba olímpica, ¿se plantea estar en los Juegos de Los Ángeles 2028?
Me encantaría. Sería un sueño. Pero todo es muy lejano, en cuatro años puede pasar cualquier cosa, pero para cualquier deportista es lo más grande que se puede conseguir. Ahora, comienzo una etapa sénior, y hasta ahora estaba compitiendo con chicas de mi edad, o un año menos. Más competitividad y dureza.