El Barça sigue líder en solitario. Espantados los fantasmas europeos, el conjunto azulgrana volvió a dar un golpe sobre la mesa en La Liga después de llevarse un claro triunfo en La Cerámica frente al Villarreal (1-5).
Un partido loco en el que Lewandowski se convirtió en la figura indiscutible con un doblete que pudo ser un hat-trick si no llega a mandar a la madera un penalti sobre Lamine Yamal, quien de nuevo volvió a firmar un encuentro sobresaliente.
Los de Hansi Flick realizaron un choque completísimo. 90 minutos llenos de intensidad y buen fútbol, pero que quedó ensombrecido por la grave lesión de Ter Stegen. El portero alemán tuvo un gesto muy feo en su rodilla derecha a la salida de un córner y tuvo que abandonar el terreno de juego entre lágrimas y en camilla.
El equipo de Marcelino García Toral intentó agarrarse al encuentro, pero una exhibición de Raphinha en el segundo tiempo acabó por dinamitar cualquier atisbo de remontada y selló la ‘manita’ azulgrana.
Ida y vuelta
Rock and Roll. Eso es lo que fue la primera parte en La Cerámica. 45 minutos en los que Villarreal y Barça no tuvieron contemplaciones buscando sin cesar la portería rival. Un festival de fútbol lleno de goles y ocasiones y que dejó a los de Flick como vencedores del primer asalto.
El conjunto azulgrana fue el primer en golpear. Y lo hizo por partida doble de la mano de un Lewandowski absolutamente letal. El polaco, atento a todo lo que llegaba al área amarilla, se encargó de perforar la portería de Diego Conde primero con un punterazo de primeras tras un gran pase de Pablo Torre y después al cazar de semi chilena un balón muerto en el área pequeña.
Dos zarpazos letales que parecían noquear a un Villarreal que no tardó en reaccionar. El submarino amarillo no estaba ni mucho menos hundido. Sin tiempo apenas para asimilar buena renta, el equipo de Flick vio como su rival recortaba distancias en el marcador. Fue Ayoze el autor del tanto, también en estado de gracia, tras rematar a placer un pase de Pépé.
El marfileño fue un quebradero de cabeza para la zaga culé y muy cerca estuvo de empatar el choque al filo del descanso. Se plantó mano a mano ante Ter Stegen, pero el alemán se agigantó y sacó una manopla excelsa para mandar el balón a córner.
El portero culé celebró con rabia, pero por desgracia fue su última acción en el partido. El saque de esquina llovió hacia el segundo palo y el teutón se elevó en busca de blocar el cuero. Lo hizo, pero tuvo un mal apoyo en la caída que le afectó de gravedad la rodilla derecha. Abandonó el terreno de juego en camilla y entre lágrimas y con un feudo de La Cerámica en pie ovacionándole.
La sentencia
Se quedó un mal sabor de boca con la lesión de Ter Stegen, pero el ritmo del encuentro no bajó ni una sola revolución en el inicio de la segunda parte. El Villarreal salió en tromba en busca del empate y estuvo muy cerca de conseguirlo en varias ocasiones.
Pépé volvió a ser el más destacado y de sus botas nacieron las mejores ocasiones del cuadro castellonense. De hecho, fue capaz de batir a Iñaki Peña, pero su tanto fue invalidado por fuera de juego.
Comenzaba a creer el Villarreal con la igualada, pero Pablo Torre se encargó de acabar con todas las esperanzas con un gol desde la frontal. Disparó con la zurda y el balón entró al fondo de las mallas después de tocar en un zaguero amarillo.
Lewandowski pudo hacer un hat trick, pero mandó un penalti a la madera. Fue Raphinha quien cerró la goleada también con otros dos goles. El brasileño sigue en estado de gracia y alcanzó sus cinco goles en Liga. Un futbolista que ha cambiado por completo con Flick y que cada día es más determinante.
El Barcelona sacó adelante un partido complicado. Lo hizo convenciendo y dejando claro su gran estado de forma en el campeonato liguero. Un equipo que quizá concede más de lo necesario en defensa, pero que es un auténtico martillo pilón en ataque. No va a ser fácil batir al conjunto de Flick.