El belga Remco Evenepoel no dio ningún tipo de opción a sus rivales y en Zúrich se anotó su segundo maillot arcoíris consecutivo en la modalidad de contrarreloj, tiene otro en ruta, y mantiene sus aspiraciones de firmar el próximo domingo en la prueba de carretera un histórico doble doblete en Juegos Olímpicos y Mundial el mismo año. Tras el belga completaron el podio el italiano Filippo Ganna, que se apuntó a la cita a ultimísima hora cuando se le daba como una de las grandes ausencias y que fue segundo a 6 segundos, y tercero fue el campeón de Europa, el italiano Edoardo Affini, a 54 segundos.
Evenepoel, que cruzó la línea de meta con los brazos en alto saludando al público consciente de que repetía como campeón del mundo, completó los 46,1 kilómetros de recorrido con un tiempo de 53.01:98 rodando a 52,043 km/h, por encima de los 50 km/h inicialmente previstos, y siendo el único de los competidores que superó los 52 km/h.
El de Aalst vivió un inesperado susto momentos antes de tomar la salida al salírsele la cadena cuando ya estaba en la rampa de salida y que pudo solucionar antes de que el cronómetro le mandase empezar. Llegó a tener a su lado la bicicleta de repuesto. No le tembló el pulso y hasta mitad de recorrido se mantuvo igualado con Ganna. A partir de ahí se acabó la historia.
Entre el segundo y el tercer punto de cronometraje, Evenepoel sumó 10 segundos más de ventaja sobre Ganna que le permitieron afrontar los 10 kilómetros finales sin tanta tensión para incluso celebrarlo. Desde el primer paso intermedio quedó claro que la pelea por el oro iba a estar entre el vigente campeón y el doble campeón italiano. El paso por el ecuador del recorrido, al final del ascenso Uetikon, dejaba con nueve segundos al de Aalst. Los 20 últimos kilómetros, de pura fuerza, dejaron claro que Evenepoel quiere hacer historia en Zúrich y se va a dejar hasta el último aliento para lograrlo.
El problema en la rampa
«Ha sido una de las contrarrelojes más difíciles de mi vida», dijo al respecto del problema vivido segundos antes de lanzarse por la rampa cuando el problema en la cadena que terminó dejándolo sin potenciómetro. Sobre su celebración anticipada, cruzó la línea de llegada con los brazos en algo afirmó que tras ver el panel de tiempos en verde con su registro «sentí la necesidad de celebrarlo».
El belga se ha mostrado especialmente satisfecho por haber sido capaz de repetir lo que había hecho unas horas antes la australiana Grace Brown, ganar la contrarreloj de los Juegos Olímpicos y del Mundial. Sobre el incidente con la cadena, lo que más le preocupó fue que «no me funcionaba el potenciómetro y al principio tenía que ir por sensaciones y en la zona de subida me costó porque fui demasiado a tope. Sin potenciómetro no me resultaba conseguir mantener la potencia que quería tener».
David de la Cruz, en el 25º puesto
El campeón de Europa, el italiano Edoardo Affini, situó el cronómetro por debajo de los 54 minutos, 53:56:42, tras rodar en el exigente recorrido por encima de los 51 km/h, pero todavía estaban por llegar los mejores, entre ellos su compatriota Ganna, doble campeón del mundo de la especialidad en 2020 y 2021, y de Evenepoel, los únicos que lo superaron.
Tras marcar unos más que notables registros en los tres primeros pasos que le hacían claro candidato al tercer escalón del podio, el australiano Jay Vine acabó quinto pero sufrió una caída que cercenó cualquier tipo de aspiración a medalla. Entre los españoles, David de la Cruz completó el recorrido en un tiempo de 56:28:29, que le sirvió para ser el 25º a más de tres minutos del nuevo campeón del mundo, mientras que Raúl García acabó justo detrás del catalán con 10 segundos más.