Estaba la tarde aburrida hasta que los pies de Juanpe se convirtieron, muy a su pesar, en el arma más peligrosa del Valencia. Dos tiros desde fuera del área, dos goles, pero antes la pelota, caprichosa ella tocó en el pie del capitán del Girona, tanto en el 1-0 de Rioja, protestadas unas manos previas que el VAR no vio, como en el 2-0 de Dani Gómez. Ni tampoco apreció penalti en unas manos en el área local reclamadas por un gris Girona.

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