Cristiana Bársony-Arcidiacono, vinculada a la empresa relacionada con los bíperes que explotaron en Líbano y Siria esta semana, está bajo la protección de los servicios secretos húngaros, según declaró su madre a The Associated Press el viernes.
Desde el ataque simultáneo del martes contra Hezbolá, atribuido principalmente a Israel, Bársony-Arcidiacono no ha hecho apariciones públicas. Ella figura como directora general de BAC Consulting, una compañía con sede en Budapest que, según el propietario de la marca taiwanesa de los bíperes, fue responsable de la fabricación de los dispositivos utilizados en el ataque.
Su madre, Beatrix Bársony-Arcidiacono, indicó que su hija había recibido amenazas y que “se encuentra en un lugar seguro protegido por los servicios secretos húngaros”. Añadió que estos servicios le aconsejaron a su hija no hablar con la prensa. Dicha afirmación no ha sido confirmada por las autoridades húngaras de seguridad nacional, quienes no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Los ataques del martes y miércoles, que inicialmente se dirigieron contra bíperes y luego contra walkie-talkies, han causado la muerte de al menos 37 personas, principalmente miembros de Hezbolá, y más de 3.000 heridos. Entre las víctimas también se incluyen dos menores. Tanto Hezbolá como el gobierno libanés culparon a Israel por los hechos, aunque este último no ha confirmado ni negado su implicación.
BAC Consulting, la empresa de Cristiana, fue objeto de investigación tras las declaraciones de Gold Apollo, una firma taiwanesa. Según esta compañía, BAC Consulting había recibido autorización para utilizar su nombre en los bíperes usados en el ataque, pero la responsabilidad del diseño y fabricación recaía sobre la empresa húngara.
El miércoles, un portavoz del gobierno húngaro declaró que los bíperes nunca pasaron por Hungría, aclarando que BAC Consulting actuó únicamente como intermediaria. Beatrix Bársony-Arcidiacono respaldó esta declaración, afirmando que su hija no estaba involucrada en la producción de los dispositivos y que “los artículos no fueron fabricados en Hungría”.
BAC Consulting comparte un edificio modesto en Budapest con varias empresas, pero no posee oficinas físicas. Utiliza la propiedad solo como una dirección oficial, según comentó una persona que trabaja en el edificio, quien se negó a ser identificada. El sitio web de la empresa, que desde el miércoles está inactivo, indicaba que se especializaba en áreas como “medio ambiente, desarrollo y asuntos internacionales”. Sin embargo, el registro corporativo también incluía actividades tan variadas como la producción de azúcar, la venta de joyas y la extracción de gas natural.
Según los registros financieros, la empresa reportó ingresos de 725.000 dólares en 2022 y 593.000 dólares en 2023, con gastos cercanos a los 324.000 dólares en equipos el año pasado.
Cristiana Bársony-Arcidiacono nació en Sicilia y estudió en la Universidad de Catania antes de obtener un doctorado en física en Londres. Posteriormente, trabajó en París y Viena antes de trasladarse a Budapest en 2016 para cuidar de su abuela. En mayo de 2022, fundó BAC Consulting, empresa que ahora está en el centro de la controversia de los bíperes.
En sus redes sociales, Bársony-Arcidiacono se describe como asesora estratégica y desarrolladora de negocios, habiendo trabajado con importantes organizaciones internacionales. Según su perfil, posee un doctorado en física y habla inglés, francés, italiano y húngaro. Su formación fue confirmada por Ákos Kövér, un físico húngaro con quien colaboró en publicaciones académicas.
Además, realizó prácticas en el Organismo Internacional de Energía Atómica en 2008 y 2009. En sus publicaciones en redes, a menudo compartió fotos de sus viajes a Francia, Reino Unido y otros lugares, interactuando con amigos que comentaban sus publicaciones. En ocasiones, Bársony-Arcidiacono también hizo comentarios críticos hacia Ucrania y expresó su apoyo a los niños en Gaza.