El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), la formación del canciller Olaf Scholz, se la juega. La formación afronta las elecciones del ‘Land’ de Brandeburgo, que rodea Berlín, donde busca mantener el poder que ostenta desde 1990 y que quiere mantener como bastión de la mano del primer ministro Dietmar Woidke.
«Es una elección decisiva: o ellos o nosotros, y ellos son los que visiblemente no han aprendido nada de la historia de Alemania», dijo el candidato de SPD al aludir al «doloroso» pasado marcado por la Segunda Guerra Mundial, los crímenes del nacionalsocialismo y el Holocausto.
En el poder en Brandeburgo desde 2013, Woidke es un referente para los socialdemócratas en el este alemán, especialmente en un momento en el que el SPD se ha llevado dos varapalos en las elecciones de Turingia y Sajonia, donde apenas logró un 6,1 % y un 7,3 % respectivamente.
Algo más de dos millones de ciudadanos mayores de 16 años tienen derecho a voto en el estado oriental de Brandeburgo, un feudo socialdemócrata desde la reunificación alemana, donde ese partido gobierna en la actualidad con una coalición de conservadores y verdes.
La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), de creciente popularidad, en particular en el este del país, amenaza con arrebatar el primer puesto al Partido Socialdemócrata (SPD).
Brandeburgo es el tercer y último ‘Land’ en celebrar comicios regionales este año en el este alemán, en donde el partido ultra ya arrasó en Turingia, donde fue primera fuerza con un 32,8 % de los votos y en Sajonia, donde con un porcentaje similar quedó a un punto escaso de los ganadores democristianos.
«Es esa gente la que está a favor de una ideología que tanta vergüenza, dolor y pérdidas ha traído a nuestro país», añadió antes de señalar a AfD como un partido considerado «sospechoso» de «extremismo de derechas» según la valoración de los servicios de inteligencia regionales.
Aunque en Brandeburgo el SPD ha logrado remontar ligeramente según los últimos sondeos publicados este jueves por la televisión pública ZDF, sigue un punto por detrás de la AfD.
Ésta se sitúa en cabeza con el 28 % de intención de voto, mientras que los democristianos quedarían terceros con el 14 %, seguidos de la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), de izquierda populista, que se haría con el 13 %.
Migración y seguridad, protagonistas en campaña
En la campaña han figurado temas regionales, como la gigafactoría de Tesla que comenzó a funcionar en 2022 en la localidad de Grünheide y su impacto en los acuíferos de la zona, o la deficiente atención sanitaria.
Pero, irremediablemente, dominaron cuestiones de política nacional como la migración y la seguridad, explotadas habitualmente por la AfD, una formación que en Brandeburgo, igual que en el resto del este alemán, trasciende las posiciones de la extrema derecha y hace guiños al movimiento neonazi.
Así, causó revuelo durante la campaña un cartel en los que, bajo el lema «Protegemos a vuestros hijos», un hombre y una mujer forman un techo protector sobre unos niños con los brazos en una pose ambiguamente similar al saludo fascista.
Además, después de que un yihadista matara en agosto a tres personas con un cuchillo en el oeste de Alemania, la AfD de Brandeburgo solicitó en el parlamento regional que a todos los solicitantes de asilo, refugiados reconocidos y desplazados ucranianos se les prohíba el acceso a los eventos públicos.