Los cambios de guion de Junts estos últimos meses han hecho descarrilar la estabilidad del Gobierno al desmarcar su voto en varias ocasiones, y han supuesto una exhibición de fuerza de sus siete diputados en Madrid. Pero no solo eso, también han conllevado cierta complicidad con la oposición, al unir sus votos repetidas veces con el PP y en contra de la mayoría de investidura.
Lo hicieron al tumbar la ley de extranjería y también al permitir que el Congreso reconociera a Edmundo González presidente electo de Venezuela, a propuesa de los populares. Pero el escenario más notorio fue hace pocos días, cuando Junts votó -por sorpresa- en contra de regular los alquileres de temporada. Ahora amenazan con volver a tumbar la senda de estabilidad de Ejecutivo, que ya boicotearon en julio.
Carles Puigdemont, sin embargo, niega que todas estas decisiones del partido sean para «desgastar» a Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno, y también desmiente que sean el resultado de un acercamiento con el PP: «Ponernos de acuerdo en una cuestión no prejuzga que en la cuestión siguiente ya estaremos de acuerdo. Y al revés: que en una no nos hayamos puesto de acuerdo, no presupone que en la siguiente tampoco nos pondremos», ha defendido en una publicación de X (antes Twitter).
Las declaraciones de Puigdemont son en relación con una noticia publicada por Europa Press en la que se explica que Alberto Núñez Feijóo buscará en las próximas semanas «desplegar una batería de medidas sociales y económicas en las que buscará apoyos en el trámite parlamentario con PNV y Junts«. El objetivo, explica la pieza según fuentes del partido, es «desarmar el bloque de investidura» con la ayuda de ambos partidos. Algo que el líder de Junts ha desmentido en su publicación, en la que ha recordado que el objetivo de su partido es «defender Catalunya y los intereses de los catalanes».
«Quien nos ayude tendrá nuestro apoyo, sea para gobernar o para hacer oposición», ha sentenciado, dejando claro que los posconvergentes entienden que no tienen compromiso con ninguno de los dos partidos, ni que su estrategia en Madrid sea buscar complicidades.
Sobre la amenaza del mismo Puigdemont de volver a tumbar la senda de estabilidad el Gobierno -como también lo anunció el PP-, el líder de Junts ha matizado que su voto con relación a esta cuestión «no se decidirá con el objetivo de estabilizar o de desgastar, sino en función de lo que haya en la mesa de negociación en ese caso en concreto». Si no hay cambios, aseguró el partido independentista, su voto volverá a ser negativo.