Los errores no forzados penalizaron al Espanyol

Al ser preguntado por la receta para tener éxito en el Santiago Bernabéu, Manolo González lo dijo muy claro en rueda de prensa el pasado viernes. «Es clave no conceder en tu portería y hacer daño al rival cuando llegues. Si llegas seis veces y no marcas, te penaliza. Para ganar debes hacer el partido perfecto, ser muy efectivo y defensivamente, que no pase ni Dios. Si no, es muy difícil», indicó. Lo de hacer daño en cuanto llegó el Espanyol lo cumplió. O cuanto menos contó con una siempre necesaria pizca de fortuna que ayudó a que se pusiera por delante sin apenas haber pisado el área rival. Pero en lo de no conceder suspendió y acabó pagándolo caro, con la derrota.

Aunque el marcador quizá resulte abultado teniendo en cuenta lo que le costó abrir la lata al Real Madrid, lo cierto es que hace justicia con lo que se vio sobre el verde. El conjunto blanco llevó la iniciativa en todo momento y bien mereció quedarse con los tres puntos. Ahora bien, el camino hacia los mismos fue allanado por errores no forzados del Espanyol.

En todos y cada uno de los goles del Real Madrid existieron errores de los futbolistas del Espanyol que no se pueden cometer. Mucho menos en un escenario como el Santiago Bernabéu. En el tanto de Carvajal, está inocente Carlos Romero en la pugna con Bellingham e inusualmente tibio Joan Garcia al no blocar el cuero. En el de Rodrygo, el brasileño le gana la espalda a Cabrera con suma facilidad. En el de Vinicius, Aguado pierde un balón donde nunca tiene que perderlo. Y la jugada del penalti de Carlos Romero a Endrick (esté o no dentro del área) es evitable.

Además, apenas pasaron cuatro minutos desde el gol que forzó Jofre y se encontró el Espanyol gracias a un error de Courtois hasta el empate de Carvajal. Muy poco. Eso, y los errores no forzados anteriormente comentados fueron demasiados argumentos en contra como para que el conjunto blanquiazul saliera del Bernabéu con premio.



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