Las fiestas des Vermar de Binissalem ya avanzan a todo ritmo. Este sábado a mediodía se ha celebrado una de las actividades más esperadas por los jóvenes y que se ha convertido en todo un clásico de la Vermada. La Gran Batalla de Raïm no ha defraudado las expectativas y han sido decenas las personas, principalmente adolescentes y jóvenes que no superaban la veintena de años, quienes han participado en una guerra en la que se han lanzado unas 22 toneladas de uvas que, como cada año, han acabado convertidas en mosto derramado sobre los cuerpos de los participantes, que se lo han pasado en grande a pesar de acabar casi irreconocibles tras una cruenta batalla de proyectiles dulces e inofensivos.
Antes de la guerra se ha celebrado el tradicional pregón en el balcón del Ayuntamiento para dar inicio a la Festa dels Trepitjadors y al chupinazo que abre la esperada fiesta. Después de mediodía, toda la comitida se ha desplazado hasta la zona del polideportivo donde esperaban varios montones de uvas a la espera de que los participantes pudieran abalanzarse sobre ellos y comenzar la contienda.
La fiesta no acababa aquí. Después de la batalla, tocaba una ducha rápida para dirigirse a la plaza de la Iglesia y participar en una nueva edición, la vigesimosegunda, del Dinar i Festa dels Trepitjadors. Una comida a base de Fideus de Vermar que ha congregado a unos 1.700 comensales que de forma obligatoria debían ir ataviados con las ropas típicas de los ‘trepitjadors’ y tenían que llevar su propio plato de barro. La organización corría a cargo, como es habitual, de la asociación Joves des Trui, con la colaboración del Ayuntamiento de Binissalem. La lluvia ha sorprendido a los comensales sobre las 16 horas, aunque la comida ha podido celebrarse con relativa normalidad. Eso sí, las actuaciones musicales han tenido que trasladarse a cubierto.
Las fiestas viven de esta forma su primer fin de semana grande, que este domingo se completará con el LXX Homenaje a los mayores de la localidad a partir de las 10,30 horas, y ya por la tarde, con la XXIV edición del tradicional Concurs de trepitjar raïm organizado por la Associació Arròs amb Salseta. Si el tiempo lo permite, claro.