Un exdiplomático libanés, acusado de financiar al grupo terrorista Hezbolá, respaldado por Irán, se declaró culpable de evadir sanciones financieras impuestas por Estados Unidos. Mohammad Ibrahim Bazzi, de 60 años, con ciudadanía libanesa, británica y belga, admitió su culpabilidad en un tribunal federal de Nueva York por conspirar para realizar transacciones ilegales con un terrorista internacional, según informó el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
El fiscal estadounidense Breon Peace señaló que Bazzi había “asumido la responsabilidad por su papel en la conspiración para transferir secretamente cientos de miles de dólares desde Estados Unidos al Líbano, violando las sanciones impuestas por su apoyo al grupo terrorista Hezbolá”.
Bazzi enfrenta una posible condena de hasta 20 años de prisión, además de la deportación y la confiscación de los $828,528 involucrados en las transacciones ilegales. Aún no se ha fijado la fecha para su sentencia.
En mayo de 2018, el Departamento de Estado designó a Bazzi como un “terrorista global especialmente designado” y ofreció una recompensa de 10 millones de dólares por información que condujera a su captura. Según la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro, Bazzi ha proporcionado millones de dólares a Hezbolá a través de sus actividades comerciales en Bélgica, Líbano, Irak y África Occidental.
Bazzi fue arrestado en Rumania en febrero de 2023 y posteriormente extraditado a Estados Unidos. La declaración del fiscal también mencionó a su cómplice, Talal Chahine, quien sigue prófugo en el Líbano.
De acuerdo con el medio ProPublica, en 2005 Bazzi fue nombrado cónsul honorario en el Líbano por el gobierno de Gambia, cargo que utilizó para acceder a beneficios y conexiones únicas, lo que podría haber facilitado el abuso de su posición.