El desarrollo de la energía eólica marina es clave para la transición energética de España, que busca reducir su dependencia de los combustibles fósiles y cumplir con los compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Pero la planificación actual presenta serias deficiencias y podría causar daños irreparables a la biodiversidad marina, ya que la mayoría de las zonas identificadas por el gobierno para el desarrollo de eólicas marinas se encuentran en áreas potencialmente incompatibles con la conservación las aves marinas.
La energía eólica en alta mar plantea riesgos significativos para aves que utilizan estas zonas para migrar, alimentarse y reproducirse, y también para otras especies marinas, señala un informe de SEO/BirdLife, que exige una «revisión urgente» de las Zonas de Alto Potencial para Energía Renovable (ZAPER), incluidas en Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM), aprobados en febrero de 2023.
La ONG considera que el proceso de selección de las ZAPER ha sido «inadecuado», ya que «no ha tenido en cuenta datos de vulnerabilidad, distribución o abundancia de las aves marinas».
Los autores del informe juzgan «crucial» que las autoridades adopten un enfoque «más precavido» y basado en datos científicos exhaustivos, priorizando áreas de menor riesgo y garantizando que los proyectos de energía renovable sean compatibles con la conservación de la biodiversidad.
Según la ONG, solo de esta manera España podrá avanzar en la transición energética de forma responsable y sostenible, sin comprometer la protección de sus valiosos ecosistemas marinos. La conclusión de los autores del estudio es preocupante: el 90% de las áreas designadas para el desarrollo de proyectos de energía eólica marina están ubicadas en zonas que suponen «un riesgo alto o muy alto para las aves marinas y la biodiversidad».
Efectos devastadores
La falta de información adecuada sobre la distribución de las especies y su vulnerabilidad ante estas infraestructuras energéticas es una de las principales causas de esta problemática, apunta SEO/BirdLife, que considera que las ZAPER fueron seleccionadas «sin contar con la información básica necesaria sobre las especies marinas que habitan en esas áreas».
En particular, no se tuvo en cuenta la vulnerabilidad estacional de las aves marinas ante los aerogeneradores. Como resultado, estas zonas presentan una «alta incompatibilidad entre el desarrollo energético y la protección de la biodiversidad», lo que compromete los objetivos de sostenibilidad y conservación.
Estas zonas presentan una «alta incompatibilidad entre el desarrollo energético y la protección de la biodiversidad», según los expertos
El problema principal radica en que muchas de las ZAPER están situadas en áreas donde las especies más longevas y con bajas tasas de reproducción –características comunes entre las aves marinas– podrían sufrir graves impactos. Incluso un pequeño aumento en la mortalidad de estas especies podría tener «efectos devastadores» en sus poblaciones.
El informe subraya que, aunque no todas las ZAPER presentan el mismo nivel de riesgo, el análisis no ha identificado ninguna zona con un impacto bajo para la biodiversidad. De hecho, solo dos áreas fueron clasificadas con un impacto medio, mientras que la mayoría de las zonas propuestas se consideran de alto o muy alto riesgo.
Las demarcaciones marinas noratlántica (Galicia y Asturias) y canaria son las que presentan un mayor riesgo para las aves marinas (todas sus ZAPER son consideradas de riesgo alto o muy alto) y las demarcaciones levantino-balear y del Estrecho y Alborán son las que presentan mayor riesgo para dos especies de aves marinas amenazadas a nivel mundial (pardela balear y pardela mediterránea).
Estas dos especies son extremadamente sensibles a los cambios en su entorno, y la presencia de infraestructuras eólicas en sus áreas de alimentación y migración podría agravar aún más su situación crítica, resalta SEO/BirdLife.
Evitar impactos irreversibles
El enfoque actual de planificación para la energía eólica marina ha tratado a las comunidades de aves marinas como un conjunto homogéneo, lo cual, según la ONG, resulta «insuficiente» para garantizar su protección. El documento pide que se realicen evaluaciones específicas por especie, con un enfoque detallado en las aves más vulnerables, y que se identifiquen áreas críticas para su supervivencia, como las zonas de alimentación y reproducción.
En este contexto, el principio de precaución, un concepto legal respaldado por la Unión Europea (UE), cobra especial relevancia, pues establece que, en situaciones donde no hay certeza científica sobre los posibles daños de una actividad, se deben tomar medidas para prevenir un daño potencial grave.
El informe insta a que se aplique este principio en las ZAPER más conflictivas para evitar impactos irreversibles en las poblaciones de aves. El problema, según SEO/BirdLife, se agrava debido a la insuficiencia del actual procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA), que no es capaz de prever todos los riesgos asociados con el desarrollo de una tecnología tan nueva como la eólica marina.
El estudio subraya también la importancia de considerar los impactos transfronterizos en las evaluaciones de los proyectos eólicos marinos, pues muchas de las aves que utilizan las aguas españolas para migrar o reproducirse también habitan en otras partes de Europa, por lo que cualquier daño a sus poblaciones podría tener implicaciones a nivel internacional.
Las especies migratorias no son responsabilidad exclusiva de España, sino que su conservación involucra a varios países. Por ello, SEO/BirdLife recomienda que se establezca una cooperación regional para mitigar los efectos de los parques eólicos en el ecosistema.
«Es fundamental encontrar soluciones sinérgicas que permitan avanzar en la transición energética sin comprometer la integridad de los ecosistemas», concluye SEO/BirdLife.
Informe de referencia: https://seo.org/wp-content/uploads/2024/09/Informe-SEO-ZAPER.pdf
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