El Bayern sigue implacable. Despachó al Werder Bremen con una goleada por 0-5 con tantos de Michael Olise, que firmó dos, Jamal Musiala, Harry Kane y Serge Gnabry, en un partido que pudo tener un marcador incluso más abultado.
El Bayern tuvo el partido bajo control desde el primer instante acaparando la posesión de la pelota ante un Bremen que procuraba defenderse ordenadamente sin encontrar la fórmula para salir de su propio campo.
Cuando el Werder Bremen tenía la posesión el Bayern lanzaba una especie de cacería en la mitad contraria y recuperaba el balón rápidamente. El primer aviso para el Bremen fue un remate de Konrad Laimer desde fuera del área que tocó el larguero en el minuto 8.
El primer gol, marcado por Michael Olise, llegó en el minuto 23 y se originó en la permanente presión alta del Bayern. Alphonso Davies le robó el esférico a Mitch Weiser cerca del lateral derecho cuando el Bremen intentaba salir jugando. Kane pudo controlar el balón que se quedó en el borde del área y este lo centró, donde Olise definió sin problemas.
El segundo del Bayern llegó en el 32. El protagonista fue el mismo que en el anterior gol, Olise, al colarse en el área tras combinar con Laimer y tocar el balón en cortó para Jamal Musiala, que marcó dentro del área pequeña.
El Bremen se fue al descanso sin haber disparado a puerta y no había nada que hiciera pensar que pudiera encontrar alguna fórmula para revertir el compromiso.
segunda parte
Al comienzo de la segunda parte el Bremen tuvo un conato de reacción y durante unos minutos procuró adelantar sus líneas y logró poner la pelota en la mitad del Bayern. Sin embargo, se vio ahogado cuando en el minuto 57 Kane marcó el tercero con un remate dentro del área tras combinar con Olise.
El gol de Kane terminó por deshacer todo intento de reacción del Bremen. El cuarto, en el minuto 61, fue otra vez de Olise con un remate de zurda dentro del área y el quinto, en el 65, de Serge Gnabry.
El meta del Bremen, Michael Zetterer, evitó en dos ocasiones el sexto ante sendos remates de Kane. Más tarde fue el larguero el que le negó el gol a Joshua Kimmich.