El Juzgado de Instrucción número ocho de Llíria, encargado del caso contra Rafa Mir por un delito de agresión sexual con acceso carnal y violencia, en el que también está acusado por otra agresión sexual un amigo de este -en su caso por tocamientos–, ha citado a declarar como testigos el próximo 27 de noviembre a los tres agentes y el oficial de la Policía Local de Bétera que acudieron esa madrugada del 1 de septiembre al domicilio del futbolista del Valencia CF., en la urbanización Torre en Conill de Bétera, para que aclaren lo que vieron y les dijeron en esos primeros instantes las víctimas y los presuntos implicados.
De hecho, la defensa de Rafa Mir, ejercida por el letrado Jaime Campaner, se ampara en el parte de intervención de la Policía Local de Bétera para tratar de desacreditar el relato de las víctimas, que como sostiene la jueza, han sido en todo momento «firmes en la incriminación». «Le conté todo lo que había pasado» a la mujer policía, incluido el acceso carnal, aseguró la joven de 21 años en el juzgado, misma versión que ya había manifestado ante la Guardia Civil.
Ese mismo día también se ha citado a declarar al tercer joven que estaba en la casa, amigo de los dos detenidos y el único que, al parecer, habría tratado con respeto a las dos chicas, ofreciéndole agua a la joven presuntamente agredida por Rafa y dándole la toalla a la otra cuando sale de la piscina enfadada con Pablo Jara – el otro investigado – tras realizarle este tocamientos en los pechos y por encima del tanga hasta en tres ocasiones pese a su «negativa expresa», como consta en las actuaciones.
El tercer hombre que estaba presente, pese a no ver las agresiones, confirma el relato de las chicas
Este testigo, que únicamente ha declarado ante la Guardia Civil, aseguró que no vio en ningún momento que se produjera una agresión sexual delante de él y defiende a sus amigos remarcando que fueron relaciones consentidas, así como recalca la discusión que ambas denunciantes tienen, y ellas también reconocen desde el principio. Sin embargo, sin darse cuenta en sus manifestaciones se contradice precisamente con Rafa Mir. Por un lado dice que los vio «felices», cuando el propio futbolista admite que la chica estaba enfadada antes y después de tirarla a la piscina.
De igual modo confirma en lo sustancial el relato de hechos de ambas chicas, en el que cuentan que tras la presunta agresión sexual ocurrida en la piscina la víctima se quiere marchar de la casa y busca su teléfono para llamar a su padre para que venga a buscarla, aunque no lo encuentra. Con el de su amiga comprueba por el localizador GPS que el terminal se le había quedado en la discoteca de València. Llega a salir de la vivienda porque está decidida a marcharse, aunque tiene que entrar de nuevo porque se ha olvidado el bolso.
En cambio, según el relato del futbolista cedido por el Sevilla FC., después de tener sexo en la piscina con ella –según él «todo fluyó de forma consentida»–, entró con la chica en el baño «para hablar» y allí reconoce que volvió a intimar con ella, también con introducción de miembros corporales. Todo en una secuencia en la que obvia por completo que la joven quisiera marcharse y que saliera de la casa, que ubica después de la discusión con su amiga.
Mir: «Toda la gente que entra en mi casa intento tratarla de la mejor manera»
El padre de la víctima y el vecino que avisó a la policía
Los otros dos testigos citados por la jueza para ese día son el padre de la víctima de 21 años, que acudió a por ella y la llevó al hospital cuando su hija le contó lo que había pasado, y el vecino que alertó a la seguridad privada de la urbanización y a la Policía Local de Bétera. Ambos podrán confirmar el estado que presentaba la joven presuntamente agredida por el futbolista y la otra denunciante cuando fueron echadas a la calle semidesnudas por Pablo, como también reconoce Mir en su declaración: «Estaban haciendo mucho ruido y él equivocadamente decide echarlas de mi casa». El futbolista aseguró ante la jueza que le llamó la atención a su amigo porque «toda la gente que entra en mi casa intento tratarla de la mejor manera».