Javier Milei fue el anfitrión días atrás de una cena opípara con 87 legisladores que vetaron una ley por la cual a cada maltrecho pensionado se le otorgaba un aumento de unos 15 euros. El agasajo, con su alfombra roja y algunos comensales vestidos como si fueran a recibir un Oscar, provocó perplejidad porque estuvo precedido por el linchamiento policial de un grupo de abuelos que reclamaban en las calles que el Congreso ratifique la iniciativa. Los palos y gases, de un lado, y las copas levantadas al final del agasajo a los parlamentarios, por el otro, muestran a los ojos del escritor Martín Kohan que «la crueldad está de moda». Hasta el papa Francisco expresó su perplejidad. «En vez de pagar justicia, pagaron el gas pimienta». Una pregunta sobrevuela la ciudad de Buenos Aires después de esas escenas que han provocado un extendido enojo en las redes sociales: ¿ha comenzado el declive político del presidente? El Gobierno de ultraderecha lo descarta de plano mientras que la oposición presta mayor atención no solo a los números de la crisis económica y social sino lo que aparece en los sondeos con un menor nivel de tolerancia a los rigores del ajuste y la exclusión que, ha insistido siempre el anarcocapitalista, constituyen la medicina y a la vez el escarmiento a una sociedad que creyó en las bondades de un socialismo imaginario.
Mieli, recordó Carlos Pagni, uno de los analistas políticos más leídos en Argentina, «tiene bloques muy débiles en el Congreso, sea en Diputados o en el Senado. Carece de inserción territorial por falta de gobernadores (provinciales) e intendentes. Las vinculaciones con el sindicalismo son resbaladizas y sufre de un enfrentamiento generalizado con los movimientos sociales». A su favor ha jugado durante estos meses en que la pobreza ha superado la barrera del 50%. «Ahí está su principal capital. Por eso Milei está más obligado que otros presidentes a manejarse todo el tiempo con consignas».
Milei, quien se ve a sí mismo como una estrella mundial, apenas por debajo de Donald Trump y comparable a Leo Messi, adquirió visibilidad nacional como tertuliano. Las pantallas construyeron su figura. El domingo por la noche, cuando presentó el Presupuesto 2025 en el Parlamento, ante un auditorio semivacío, su mensaje, cargado estadísticas incomprobables, anuncios de mayores rigores y amenazas de vetar las iniciativas de la legislatura que contravengan su dogma fiscal, tuvo esta vez niveles muy bajos de audiencia televisiva. En marzo pasado, cuando se presentó ante los diputados y senadores, más de un 50% de los usuarios de la TV abierta eligieron escucharlo. Esta vez, apenas un 15%. Esta vez tampoco le fue bien en la televisión por cable ni en YouTube: apenas 6.000 personas se conectaron al momento de su discurso. «La gente no quería escuchar al presidente», se atrevió a razonar Eduardo Feinmann, un presentador televisivo que comparte varios lineamientos del programa político de Milei.
Reacciones
«Poca gente en el recinto del Congreso. Pocos espectadores televisivos. Peleas e insultos a los legisladores. Tendencia a la degeneración matemática y manipulación de los datos. Un repertorio, el que usó Milei, que es repetido. Y que quizás explique cómo pasó de los 60 puntos de rating con los que comenzó su gestión con el escaso margen de ayer. Quizás, la pérdida de la magia hable de un nuevo escenario político que va mucho más allá de lo que pueden medir las encuestas», sostuvo Jorge Fontevecchia, director del diario ‘Perfil’.
Un informe de la consultora AdHoc acaba de revelar a su vez que el discurso dominical tampoco tuvo el impacto previsto en las redes sociales: 211.000 menciones a Milei, un 20% de los números alcanzados en febrero.
Otras cifras parecen explicar estos signos de un desapego que por ahora no impacta en los mercados. El consumo masivo cayó 17,2% interanual en agosto, la mayor retracción desde marzo de 2021, en plena cuarentena por la pandemia. La inflación de los primeros ocho meses es de 94,8%. El precio del boleto para viajar en ferrocarril se incrementó esta semana un 40% e impacta de manera especial a los habitantes de la periferia bonaerense, donde viven buena parte de los pobres de este país. El precio de la luz concluirá 2024 con un alza del 65%.
Mentiroso
Por lo pronto, una encuesta de la consultora Zubán-Córdoba, que el año pasado predijo su victoria electoral, reveló que la desaprobación del Gobierno llega al 57,3%, contra un respaldo todavía considerable, del 42,3%. Las preguntas de Zubán-Córdoba a los entrevistados aportan otros signos del enojo. Ante la consulta sobre la pregunta de cuál es «el mayor logro» de la administración de ultraderecha en nueve meses de gestión, el 43% respondió que ninguno y el 3% dijo no saber, mientras que el 18% mencionó la inflación y el 3,4% la corrupción. Un 69% sostiene que Milei miente cuando afirma que aplicó la motosierra «a la casta política y no a la gente». En tanto, un 70% cree que Gobierna en beneficio de los ricos. La consultora tomó una serie de frases del anarcocapitalista para conocer la valoración de los encuestados. «Hace cuatro meses que los salarios le vienen ganando a la inflación», dijo Milei. Sin embargo, el 68% dijo que mentía. Otro 68% pensó lo mismo sobre el diagnóstico del mandatario sobre la situación favorable del empleo cuando se han perdido más de 100.000 puestos de trabajo. La frase presidencial considerada más alejada de la realidad fue «las tarifas de la luz, el gas y el agua están regaladas». Un 76% la calificó de falsa. La consultora Proyección da cuenta en tanto de que un 38% de los argentinos todavía cree al presidente.
Una serie que lo pinta como un héroe
En medio de los problemas para acumular las reservas en el Banco Central y la posibilidad de una nueva y masiva movilización en defensa de las Universidades, Milei participará de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) convencido que será objeto de aclamaciones. A su vez, se ha estrenado en el espacio virtual el primer capítulo de la producción audiovisual De cero a presidente que, explicó su realizador y funcionario del Gobierno, Santiago Oria, «narra la epopeya» del extertuliano. La ultraderecha no se conforma con el documental. A la vez, divulga cortos animados realizados con inteliencia artificial en la que sus adversarios, ya sean políticos reconocidos de la oposición o la estrella de rock, Fito Páez, son presentados como personajes de The walking dead. La infección no solo es viral sino política: el kirchnerismo que «destruyó la manera de pensar». Un Milei con forma de león, dicen, ha llegado con el antídoto.