La escalada bélica entre Israel y Hizbulá sube de intensidad. Israel ha lanzado un ataque con drones sobre Beirut, capital del Líbano, poco después de que en el territorio de su archienemigo cayeran 150 cohetes. El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, reconocía el miércoles por la noche que el centro de gravedad de la guerra emprendida por Israel en respuesta a los atentados del 7 de octubre se desplazaba al norte, es decir, a la frontera con el Líbano, bastión de Hizbulá, la milicia proiraní.

Israel asegura que el ataque sobre el barrio de Daniyeh, en el sur de Beirut, tiene un objetivo concreto de alto valor militar. Los informadores locales y las redes sociales hablan de una explosión masiva y de una gigantesca humareda. La agencia libanesa de noticias NNA asegura que hay cinco niños entre las víctimas, ya que el bombardeó con drones y un avión F35 ha derribado un edificio en la calle Jamous.

«Las IDF (Fuerzas de Defensa de Israel) llevaron a cabo un ataque selectivo en Beirut. En este momento, no hay cambios en las directrices defensivas del comando del frente interno», han hecho saber las IDF en un comunicado. Israel ha informado que no hay víctimas en los ataques con cohetes de Hizbulá.

Esta semana ha sido una de las más duras para Hizbulá, ya que ha sufrido dos oleadas de ataques el martes y el miércoles, que se han cobrado la vida de 37 personas. Hay más de 3.000 heridos. Primero fueron los buscas de milicianos y afines a Hizbulá los que estallaron el martes, lo que sembró el desconcierto y la desesperación. Apenas 24 horas más tarde explotaban los walkie talkies.

(Noticia en ampliación)

Fuente