Decía Diego Pablo Simeone en el día previo a medirse con el Leipzig que, en esta nueva Champions del todos contra todos, «los empates sirven hasta cierto punto», y que los equipos «necesitan ganar». «Hay que ganar», repitió, de hecho, incidiendo en que para meterse entre los ocho primeros era necesario sumar de tres en tres. Y José María Giménez, uno de sus alumnos más aplicados y veteranos, le hizo caso, rescantando la victoria (2-1) con un testarazo en el descuento que permite a los del Cholo iniciar su enésima intentona con buen pie. O mejor dicho, con mucha cabeza en este caso.

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