“Andalucía sale derrotada” si la financiación singular para Cataluña ve la luz. Fue el principal mensaje que trasladó el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno a Pedro Sánchez en su visita a la Moncloa.
Corbata verde y un documento bajo el brazo con el título “Andalucía por la igualdad” con cien reivindicaciones. Así compareció el presidente Moreno este viernes, convencido de que hubiera sido “mucho más eficaz” una Conferencia de Presidentes, la última fue hace 785 días, que su visita a la Moncloa. Aunque la conversación con Pedro Sánchez no fue “desagradable”, no hubo “ni concreción ni compromisos”, aseguró el andaluz en su comparecencia.
El “tema principal” fue pedirle al presidente del Gobierno que retire esa financiación singular para Cataluña, el cupo catalán pactado con ERC para hacer presidente a Salvador Illa. “He hecho esa petición expresa en nombre de Andalucía y una inmensa mayoría de andaluces que creen que es una mala decisión”, advirtió Moreno. “Andalucía sería la gran pagana”, trasladó a Sánchez, “este cupo debilita a España”. “Por eso lo reclaman los independentistas. Andalucía sale derrotada si este modelo de financiación ve la luz”, sentenció Moreno.
Vivienda, trenes e inmigración
Moreno amplió la agenda a temas como la vivienda o la inmigración, un asunto en el que exigió al presidente del Gobierno que informe puntualmente a las comunidades autónomas. También el déficit de inversiones en materia ferroviaria y las deficiencias en la red eléctrica estuvieron sobre la mesa.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, cerró este viernes la ronda abierta por Pedro Sánchez con los presidentes autonómicos. El andaluz puso el broche a esta primera jornada en La Moncloa, tras los dirigentes del País Vasco y Galicia, en una sucesión de reuniones convocadas en plena pugna por el pacto alcanzado con Cataluña que permitiría su salida del sistema de financiación autonómica y un régimen similar al concierto vasco, mediante una «financiación singular».
Los barones del PP se habían conjurado para no romper el frente común orquestado por la dirección nacional de Alberto Núñez Feijóo. Los presidentes autonómicos venían dispuestos a traer las necesidades de sus respectivas comunidades pero no a abordar de forma bilateral la reforma del sistema de financiación ni la quita de deuda, también pactada para Cataluña. «Lo que es de todos no puede repartirse en una mesa de dos», había dejado claro el andaluz, que venía dispuesto a exigir la supresión del cupo catalán.
La última visita de Moreno a Moncloa fue en julio de 2022 y entonces el andaluz ya llevaba la reforma de la financiación autonómica como un asunto prioritario en su agenda. Andalucía, según los datos oficiales, está entre las comunidades peor financiadas en el actual modelo, a la cola en recursos por habitantes junto a Murcia, la Comunidad Valenciana y Castilla La Mancha. Ahora, sus reivindicaciones se sumaban en un documento de 100 medidas, entre ellas que no se apruebe un cupo catalán que perjudicaría de forma importante a Andalucía y detraería 30.000 millones del sistema común.
Las relaciones entre el Gobierno de Sánchez y el de Moreno, que siempre han sido frías y presididas por la incomunicación entre ambos mandatarios, se han tensado en los últimos meses. El presidente del Gobierno compareció en el inicio del curso político con dardos directos contra el dirigente andaluz y acusándolo de bajar impuestos o devolver fondos en educación pese a asegurar que ha tocado techo con los recursos que tiene Andalucía para financiar los servicios públicos.
La Junta de Andalucía también ha elevado el tono de la confrontación con el Ejecutivo de la nación y Moreno incluso anima a los andaluces a ponerse por delante de las movilizaciones y salir a la calle contra privilegios a Cataluña.