Cada pedazo de información revelado sobre los ataques del Líbano parece sacado de una película de Hollywood. Pero aquí, el olor a sangre es real y ya son casi una cuarentena de familias las que han perdido a sus seres queridos. Ningún nuevo giro de guión se los devolverá. Los dispositivos electrónicos que explotaron, buscapersonas el martes y ‘walkie talkies’ el miércoles, fueron supuestamente fabricados por la inteligencia israelí, según han confirmado fuentes de seguridad a ‘The New York Times’. Estos agentes hebreos habrían usado al menos tres empresas fachada para encubrir la operación, como la empresa húngara BAC consulting que supuestamente distribuyó los dispositivos a Hizbulá bajo la firma de la empresa taiwanesa Gold Apollo.

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