El hecho de que Rodri, jugador del Manchester City, haya mencionado la palabra «huelga» para combatir el exceso de partidos que juegan los futbolistas de los clubes más potentes de Europa, y que le hayan seguido figuras como las de Koundé o Carvajal, parece que han puesto sobre aviso al viejo continente. 

Quién sabe si ha llegado el momento en el que el fútbol profesional se puede tomar en serio el problema de los calendarios sobrecargados, llenos de competiciones que se van renovando cada vez con más y más partidos y una agenda cada vez más imposible que acaba desembocando en lesiones y estados de forma muy lejos de lo deseable para los amantes del fútbol.

Para saber cómo se toma el fútbol profesional estas intenciones de huelga en boca de futbolistas importantes, Juanma Castaño invitó este miércoles a El Partidazo de COPE a David Aganzo, presidente de FIFPro y AFE.

Aganzo recuerda que los sindicatos y asociaciones de futbolistas llevan trasladando a la UEFA y a la FIFA esta problemática «desde hace tiempo», pero ahora cambia que «ha llegado el momento en que jugadores importantes, que están en tantas competiciones y hacen más de 70 partidos» por temporada tomen la palabra.

Para el dirigente madrileño, el problema de la situación lo generan, directamente, la FIFA y la UEFA: «No puede ser que la FIFA aparezca con un nuevo Mundial de Clubes, o Ceferin meta no sé cuántos partidos más en la Champions sin hablar con los jugadores», denunció.

Con respecto a la posibilidad de que los jugadores redujesen sus sueldos si los calendarios reducen el número de partidos, Aganzo cree que «no es una cuestión de dinero», sino de «equilibrio» y reformular estas competiciones: «Hay partidos todos los días y la gente que se sienta ante la televisión ya no sabe ni qué competición está viendo».

Para llegar a una solución a este problema, Aganzo pone de relieve el peso que pueden tener los futbolistas si deciden reivindicar sus derechos: «Los jugadores tienen todo el poder del mundo y esta vez se ha tomado en serio. Tenemos que dar un golpe de efecto, un golpe encima de la mesa para que te entiendan. Porque ahora te imponen los torneos y tienes que ir detrás», lamentó.

Quizás la solución más inmediata pase por «llegar a un acuerdo para quitar competiciones que no valgan la pena», finalizó.

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