Desde el pasado viernes y hasta final de este mes, cinco mujeres y hombres mayores de 65 años recorrerán la cordillera de Los Andes, poniendo a prueba su fortaleza física y mental mediante actividades como trekking y ciclismo de montaña, guiados y asesorados por exploradores y deportistas, gracias a la primera edición del Desafío Santalucía Seniors Perú 2024, en la que Quirónsalud se ha sumado como Healthcare Partner dado su compromiso con la promoción de hábitos de vida saludable a cualquier edad.
En esta iniciativa, que pretende demostrar que es posible llevar una vida activa a cualquier edad y fomentar una longevidad positiva y la integración de los mayores en la sociedad, la Fundación Jiménez Díaz juega un papel clave. Tras realizar en verano las revisiones médicas a los expedicionarios y certificar que estaban preparados para hacer frente a las pruebas que realizarán durante su estancia en Perú, todos recibieron una formación específica para ayudarles a superar los retos de manera efectiva.
La doctora Almudena Fernández-Bravo, responsable de la Unidad de Medicina Deportiva y Terapias Regenerativas del hospital madrileño, compartió su experiencia y conocimientos con los participantes en el reto en cuanto a preparación, aclimatación a la zona y prevención de lesiones, para que puedan “disfrutar del reto al tiempo que se benefician de las ventajas del deporte, también a partir de los 50 años”. Recordó que “el deterioro funcional que ocurre al envejecer puede retrasarse en personas activas, y la combinación de una adecuada nutrición, ejercicio físico y mental y una actitud positiva ante la vida mejora la longevidad predeterminada genéticamente”.
Consejos de salud
La doctora Fernández-Bravo también recordó pautas importantes de preparación para el desafío, como tener listo un equipo básico de ascenso a montaña de 5.000m que incluya ropa adecuada, que pueda ser utilizada “por capas”, elementos de seguridad como arnés, casco, piolet, crampones, frontal, mosquetones y cuerdas de alpinismo, además de protección ocular, solar y lo necesario para garantizar una correcta hidratación y alimentación (filtros de agua, comidas preparadas, barritas, geles, frutos secos, etc.).
Asimismo, para evitar el “mal de altura” (falta de adaptación del organismo a la altitud, que puede aparecer a más de 2.500m sobre el nivel del mar y tras 6-10 horas de ascenso), la Dra. Fernández-Bravo recomendó un ritmo progresivo de ascenso (no subir más de 500m por día y realizar descansos cada tres o cuatro jornadas), así como una buena hidratación, comidas ligeras y ricas en carbohidratos, descanso adecuado y evitar el alcohol y el tabaco.
En cuanto a las lesiones más frecuentes derivadas de la práctica de senderismo o montañismo, señaló ampollas, esguinces y torceduras, para las que recomendó usar calcetines y botas adecuadas y ayudarse con bastones de trekking; la hipotermia, que puede combatirse con ropa seca y una manta; las quemaduras solares, que se previenen con camisas de manga larga, sombrero y protector solar superior a 30; y la deshidratación, para la que recomendó beber agua o bebidas con electrolitos.
También subrayó la importancia de calentar antes de la actividad, estirar y aplicar frío en músculos y articulaciones al finalizar, y encontrar un ritmo personal para evitar la fatiga respiratoria.
Asistencia multidisciplinar
La Unidad de Medicina Deportiva y Terapias Regenerativas de la Fundación Jiménez Díaz se encarga de la prevención y abordaje de estos problemas, coordinada por la Dra. Fernández-Bravo, y tiene como uno de sus pilares la promoción del ejercicio como herramienta terapéutica. Cuenta con equipos especializados en deporte y ofrece todas las técnicas y tratamientos disponibles, incluyendo terapias biológicas y regenerativas, para valorar, tratar y hacer seguimiento a deportistas profesionales y no profesionales.
Su cartera de servicios incluye Traumatología Deportiva y Unidad de Columna, Fisioterapia, Cardiología, Medicina Deportiva, tratamientos del dolor y terapias biológicas y regenerativas, que están avanzando en el tratamiento de diversas patologías del aparato locomotor. Todo ello con el respaldo de un hospital general como la Fundación Jiménez Díaz, dirigido a la prevención de lesiones deportivas y a su tratamiento, rehabilitación y readaptación, con el objetivo de promover el ejercicio como herramienta terapéutica, concluyó la Dra. Fernández-Bravo.