El comercio urbano de Gandia, como en el resto de ciudades, está en crisis. El uso de las nuevas tecnologías para comprar, especialmente entre las personas jóvenes, la falta de incentivos para el relevo generacional entre los ‘botiguers’ de la ciudad y el imparable incremento de los alquileres está generando esa imagen de bajos comerciales cerrados, muchos de ellos en las calles más transitadas de Gandia, que contrasta con las superficies comerciales que sí reciben visitantes, especialmente en fines de semana.
«Ante esa dinámica general, el ayuntamiento no se puede poner de perfil», señaló ayer el alcalde de la ciudad, José Manuel Prieto, al presentar, junto a la concejala de Economía, Empresa, Ocupación y Comercio, Elena Moncho, el plan ‘Alcem persianes’, diseñado durante meses para contribuir a que los comercios urbanos no cierren, que los emprendedores abran nuevos negocios y que los hijos de los ‘botiguers’ apuesten por seguir adelante cuando sus padres se retiren.
La más novedosa de las medidas incluidas en este plan es la partida de 100.000 euros que se incluirá en el presupuesto municipal de 2025 destinados a quienes quieran abrir un negocio minorista. La ayuda alcanzará hasta el 80% de la inversión total, con un máximo de 5.000 euros, a los que se sumarán otros 2.500 en el caso de que la actividad derive en la creación de uno o dos nuevos puestos de trabajo. El alcalde de la ciudad señala que, si fuese necesario, la partida económica se ampliaría, y Elena Moncho explicó que el dinero se adelantaría a los emprendedores con la simple presentación del presupuesto para abrir la tienda, justificando posteriormente los gastos.
Paralelamente, y también otra novedad, el ayuntamiento pondrá en contacto a aquellas personas que quieran traspasar su negocio con las que estén interesadas en adquirirlo.
La segunda medida de ‘Alcem persianes’ es una nueva edición del ‘Cheque Comercio’, que se establecerá para los primeros meses del año que viene, en un periodo que designarán las propias asociaciones de comerciantes de la ciudad para que sea lo más efectivo posible. José Manuel Prieto indicó que la cantidad económica será similar a la de las anteriores ediciones. La de 2023 alcanzó el medio millón de euros, cifra que se ve incrementada por el aporte adicional de los clientes en las respectivas tiendas donde gastan los cheques.
La tercera línea de este programa pasa por la potenciación de los eventos que tienen lugar en la ciudad y la incorporación de otros nuevos. En ese sentido, el acalde anunció que va a encargar un estudio sobre el retorno económico que genera, entre otros, la Fira i Festes, la Fira del Motor, los festivales musicales, las jornadas de ‘Botigues al carrer’, el Destapa’t y el apretadísimo programa de atractivos que se organizan durante Navidad, Año Nuevo y Reyes, el periodo de mayor consumo del año. Ahí la primera autoridad municipal también situó la próxima construcción de una gran área infantil en el parque de Ausiàs March y el mantenimiento de los acuerdos con los comerciantes de la ciudad que permiten a sus clientes aparcar gratis en el centro de la ciudad.
‘Alcem persianes’, que ya ha sido presentado a las asociaciones de comerciantes, también incluye acciones para avanzar en la digitalización de los comercios, asesoramiento sobre papeleo y gestión de ayudas de otras administraciones, así como en la mejora de entornos urbanos para hacerlos más atractivos.
El alcalde de Gandia ha indicado que «el comercio es una parte muy importante de la generación de economía en la ciudad y tenemos que dar respuestas a las necesidades», concluyendo que «somos el gobierno que más ha invertido en comercio local».
Para los interesados en estas ayudas, el ayuntamiento dispone de la oficina del Urbalab, situada en la calle de la Fundació Vicent Ferrer, junto a la plaza del Prado, que ya ha permitido la creación de decenas de empresas en la ciudad y ha asesorado a cientos de ellas para tramitar todo tipo de ayudas.