Una mujer con una bandera de Hezbolá en Teherán (Irán). EP

El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado durante este miércoles la imposición de sanciones a doce funcionarios iraníes, incluyendo agentes de la Guardia Revolucionaria, por su implicación en la represión de la disidencia tanto dentro como fuera de Irán. Estas medidas punitivas, que también han sido adoptadas por el Reino Unido y Australia, afectan a funcionarios de prisiones y agentes de los servicios secretos implicados en «operaciones letales» en el extranjero, así como miembros de la fuerza paramilitar Basij, conocida por su brutalidad represiva.

El subsecretario interino del Tesoro de Estados Unidos, Bradley T. Smith, ha recordado que han transcurrido dos años desde la «trágica muerte de Mahsa Amini» mientras estaba bajo custodia de la llamada «policía de la moral». Smith lamentó que, a pesar de las protestas pacíficas del pueblo iraní, sus líderes han intensificado sus tácticas de violencia y coerción.

Desde Washington se ha denunciado que las violaciones de los Derechos Humanos en Irán se han extendido de las calles a las cárceles del país. Se ha informado de ejecuciones de presos sin el debido procedimiento legal y de agresiones sexuales en centros penitenciarios femeninos. Entre los sancionados se encuentra el viceministro para asuntos de seguridad interna del Ministerio de Inteligencia, Hosseini Panjaki, acusado de supervisar las «operaciones de asesinato» de disidentes iraníes en el extranjero.

El Gobierno estadounidense ha enfatizado que las «voces del pueblo iraní que reclaman libertades fundamentales merecen ser escuchadas«. Además, ha asegurado que continuará implementando este tipo de sanciones para llevar ante la justicia a aquellos responsables de cometer violaciones contra los Derechos Humanos. Esta acción subraya el compromiso de Estados Unidos en la lucha global por el respeto a los derechos fundamentales y la dignidad humana.

Linda Thomas-Greenfield, embajadora de Estados Unidos ante la ONU. EP


boton whatsapp 600

Fuente