Empleando un enfoque innovador, un nuevo estudio ha logrado determinar que la temperatura media global y el clima de la Tierra han variado de una forma mucho más pronunciada que la estimada hasta hoy desde el eón Fanerozoico, o sea en los últimos 485 millones de años. Los resultados confirman la intensa influencia del dióxido de carbono (CO2) en el clima terrestre, desde ese momento hasta la actualidad, y aportan ideas para intentar predecir futuras variaciones, principalmente en función del cambio climático antropogénico.
Un nuevo estudio desarrollado por científicos del Museo Smithsonian de Historia Natural y la Universidad de Arizona, ambos en Estados Unidos, ha analizado los cambios en la temperatura media global de la superficie de la Tierra en los últimos 485 millones de años, revelando oscilaciones desde los 11 a los 36 grados Celsius. Estos datos marcan una variación promedio de hasta 25 grados Celsius, claramente superior a la estimada hasta hoy.
La investigación, publicada hace minutos en la revista Science, concluye que la temperatura en el eón Fanerozoico, que se inició hace aproximadamente 538 millones de años, sufrió más oscilaciones con respecto a las estimadas hasta el momento. Al mismo tiempo, el análisis muestra una fuerte correlación entre el dióxido de carbono (CO2) y los cambios en la temperatura terrestre a lo largo de todo el período, tal como sucede en la actualidad.
Un enfoque innovador
El trabajo combina miles de datos con un método de modelización utilizado para el pronóstico meteorológico tradicional, marcando un enfoque innovador en el campo de la paleoclimatología. Esto ha permitido obtener una visión mucho más detallada de cómo ha variado la temperatura en los últimos 485 millones de años, sobretodo respecto a lo que se conocía a partir de estudios previos.
Basados en la técnica de asimilación de datos, los investigadores han combinado de forma estadística más de 150.000 datos históricos puntuales, como por ejemplo anillos de árboles o sedimentos marinos, con simulaciones creadas mediante modelos climáticos. La asimilación de datos se ha utilizado de forma rutinaria en la predicción convencional del clima por parte de los servicios meteorológico, pero su uso en paleoclimatología ha sido prácticamente irrelevante hasta la fecha.
Esta metodología brinda una visión coherente de las diferentes variables que definieron al clima terrestre en el pasado, y permite sumar información no cubierta por los datos históricos específicos. “Se ha logrado establecer así la intensa correlación entre la concentración de CO2 y la temperatura global de la Tierra a lo largo de todo el eón Fanerozoico, más allá de los datos con los que se contaba sobre los últimos 66 millones de años, que abarcan el Cenozoico”, indicó en una publicación de Science Media Centre España el científico Ernesto Rodríguez Camino, Meteorólogo Superior del Estado y miembro de la Asociación Meteorológica Española, quien no participó de la investigación.
“También ha permitido establecer que las variaciones de temperatura en todo el Fanerozoico son mayores de lo que se había estimado hasta ahora, con oscilaciones de hasta 25 ºC en la temperatura global de la Tierra, abarcando períodos muy fríos que alcanzan 11 ºC y poseen grandes mantos de hielos, y periodos muy cálidos de hasta 36 ºC sin mantos de hielo”, agregó Rodríguez Camino.
Entender el pasado para comprender el cambio climático actual
El Fanerozoico es el último eón en la historia de la Tierra, en el cual la vida se hace visible y comienzan a desarrollarse organismos de mayor tamaño y con esqueletos calcáreos, que han dejado sus huellas a través de fósiles. El nuevo estudio ofrece una revisión de la información fósil, que permite tener una reconstrucción de las temperaturas globales a lo largo de los últimos 485 millones de años, o sea la mayor parte del Fanerozoico.
Para Fidel González Rouco, investigador de la Universidad Complutense de Madrid y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, quien tampoco formó parte del estudio, el nuevo trabajo permite “poner el cambio climático actual en una perspectiva temporalmente más amplia, apreciando que ha habido grandes cambios climáticos en el pasado y que los momentos de subida de temperatura han tenido consecuencias para especies y ecosistemas”.
En la misma publicación citada previamente, González Rouco indicó que “la investigación muestra también la relación estrecha y regular que hay entre los cambios de temperatura y el dióxido de carbono, variaciones que han sido siempre relativamente lentas. El trabajo permite reflexionar sobre los riesgos de generar actualmente cambios rápidos en las concentraciones de CO2 y otros gases de efecto invernadero, debido a las emisiones asociadas a las actividades humanas”, concluyó.
Referencia
A 485-million-year history of Earth’s surface temperature. Emily J. Judd et al. Science (2024). DOI:https://dx.doi.org/10.1126/science.adk3705