Era 1996 una conocida marca de refrescos lanzó una promoción de ‘beepers’ que popularizó mucho el invento. Solo en aquella acción se vendieron 300.000 unidades. Desde entonces, estos aparatos han quedado obsoletos siendo sustituidos por los teléfonos móviles. Pero en la actualidad hay quien los sigue usando, sólo en algunos ámbitos laborales como los periodísticos, personal sanitario o abogados. Si hoy hablamos de estos aparatos es porque los miembros de Hezbolá lo usan para comunicarse y fueron usados como armas contra ellos. Lo hacen porque utilizan un sistema de radiofrecuencia, distinta a la de los móviles, que los hacen irrastreables e imposible de hackear. Además, ofrecen servicio allá donde no hay cobertura móvil.

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