Las tensiones que se han registrado entre los taxistas de Palma y Calvià durante las últimas semanas están poniendo en riesgo que la unificación de este servicio durante el verano pueda tener continuidad durante la temporada estival de 2025. Los presidentes de las asociaciones de taxistas de Pimem y del municipio calvianer, Gabriel Moragues y Maricarmen Navarro respectivamente, afirman que la experiencia ha sido muy positiva para los clientes (se señala especialmente la satisfacción de los hoteleros), pero no ocultan que ésta se ha visto enturbiada por los problemas entre profesionales del sector, que se ciñen a «una minoría, pero que hace mucho ruido».
Es por ello que una medida que se puso en marcha el 1 de agosto y que se cerrará el día 30 de este mes va a ser posteriormente analizada por los taxistas de ambos municipios una vez concluida, pero desde Calvià ya se avanzan algunos cambios que en su opinión se van a tener que hacer. Además, tanto Navarro como Moragues coinciden que para que se pueda poner en marcha una nueva edición de esta iniciativa el próximo verano, con la posibilidad de ampliarla a más municipios, es necesario o que haya una emisora de taxi única o que esté operativa la aplicación de móvil (app) que ha encargado el Govern para que determine qué servicio corresponde a cada vehículo.
Diferencia en la puntuación
La presidenta de los taxistas de Calvià defiende que para los clientes, y especialmente para los hoteleros, la experiencia de unificar el servicio de ambos municipios se ha saldado con una valoración de ‘notable’. Pero para los taxistas, reconoce que no se ha pasado de un «aprobado rascado».
El máximo responsable de Taxis-Pimem eleva algo la nota para los profesionales de su sector, pero defiende especialmente la mejoría que se ha dado en el servicio. En este punto, subraya que «el día más caótico del tráfico en mucho tiempo» en Palma, como fue el pasado viernes, podría haber sido mucho peor si no hubiera sido por la colaboración que pudieron mantener los vehículos de Palma y Calvià. Como ejemplo, afirma que un taxi tardó una hora en hacer el trayecto entre el Palma Aquarium y el centro Fan, o que para dar un servicio de ida y vuelta entre el aeropuerto y Calvià se tardaron dos horas. Moragues insiste en que durante esa jornada se puso en evidencia la necesidad de una colaboración entre ambos colectivos.
Los dos presidentes defienden que la convivencia entre la mayoría de los taxistas se ha dado sin problemas durante el mes y medio que se lleva de esta experiencia piloto, pero reconocen que la suma de una minoría contraria a esta iniciativa y otro pequeño grupo que actúa sin respetarlos acuerdos, han ayudado que los problemas hayan tenido una mayor trascendencia. «Unos pocos han hecho más ruido que la mayoría», señala Navarro.
Necesidad de cambios
Pese a ello, la representante de Calvià insiste en que esta unificación solo va a poder tener continuidad si se aplican algunos cambios, y uno de ellos es que los taxistas de este municipio no se vean afectados por las restricciones que operan en Palma (como no poder ir al puerto o al aeropuerto durante una semana de cada cinco), ya que los de esta última población no han tenido ninguna limitación cuando han acudido a Calvià.
Moragues considera además que una pequeña parte del sector no ha tenido en cuenta que el objetivo fundamental de esta prueba piloto era mejorar el servicio que se da a los ciudadanos para ganar competitividad frente a otras ofertas de transporte, y no tanto velar por intereses individuales.
Suscríbete para seguir leyendo