El Partido Republicano y Donald Trump han hecho del bitcoin (BTC) y las criptomonedas una de sus banderas en esta campaña electoral. El expresidente es visto como el candidato favorable a las criptomonedas y son muchos los analistas que consideran que los activos digitales se verían beneficiados de un segundo mandato de Trump. En el caso de Kamala Harris y el Partido Demócrata, las voces escépticas con la vicepresidenta de Joe Biden crecen, con algunas llegando a afirmar que una nueva presidencia demócrata sería terrible para las criptomonedas.
«Creo que, si gana Trump, parece bastante claro que eso es muy alcista para el cripto en EEUU. Y en el lado opuesto, creo, si nos fijamos en los demócratas y Harris… es básicamente un entorno relativamente hostil para el cripto. Si piensas dos o tres pasos por delante, lo que podría suceder es que sea alcista para el cripto fuera de EEUU porque las firmas de criptomonedas se irán de EEUU«, ha asegurado Alex Svanevik, CEO de la plataforma de análisis blockchain Nansen, en una entrevista concedida a ‘Cointelegraph’.
Según este experto, la presidencia de Harris podría continuar con las políticas de la administración actual, que se han caracterizado por una contundente oposición al desarrollo de la industria. De hecho, Svanevik afirma haber hablado con varios fundadores y altos cargos de empresas de criptomonedas, los cuales están más que dispuestos a trasladar la sede de su empresa fuera de EEUU si Harris resulta vencedora en los comicios de noviembre.
En las últimas semanas, ‘Financial Times’ ha publicado que algunos de los principales asesores de Harris se han acercado a las principales empresas de criptomonedas del país para «recomponer» las relaciones entre el Partido Demócrata y el sector, que ha brindado un apoyo casi total a Trump durante la campaña electoral. Entre las empresas con las que los demócratas se habrían puesto en contacto se encuentran la criptobolsa Coinbase, el emisor de la ‘stablecoin’ USDC Circle y la compañía de pagos blockchain Ripple.
En este sentido, Chris Larsen, presidente ejecutivo y cofundador de Ripple, es uno de los 88 líderes corporativos que respaldaron la candidatura de Harris en una carta pública en la que también figuran nombres como el de James Murdoch, antiguo CEO y heredero del imperio de Rupert Murdoch. La misiva argumentaba que Harris «seguiría promoviendo políticas justas y predecibles que apoyen el Estado de Derecho, la estabilidad y un entorno empresarial sólido».
Recientemente, Standard Chartered ha publicado un informe en el que señala que el bitcoin subirá hasta nuevos máximos históricos sea quien sea el vencedor de los comicios presidenciales en EEUU. No obstante, la firma británica otorga más potencial a la criptomoneda reina en el caso de una victoria de Trump y los republicanos, la cual llevaría al bitcoin a superar los 125.000 dólares.
Estos estrategas puntualizan que es probable que el bitcoin se venda inicialmente si Harris gana, pero esperan que cualquier caída sea comprada a medida que los inversores reconozcan que el progreso regulatorio seguirá ocurriendo, aunque a un ritmo más lento, y a medida que otros catalizadores positivos tomen el relevo.
«El progreso en la flexibilización de las regulaciones, como la derogación de SAB 121, que impone estrictas normas contables sobre las tenencias de activos digitales de los bancos, continuará en 2025 sin importar quién esté en la Casa Blanca», destaca desde el banco inglés.
Cabe recordar que Biden vetó un proyecto de ley con apoyo bipartidista para derogar SAB 121, alegando que su Administración «no apoyará medidas que pongan en peligro el bienestar de los consumidores y los inversores». SAB 121 es una guía contable de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) que ordena a las instituciones financieras que custodien criptoactivos para clientes que los mantengan en sus propios balances como activos y pasivos. Esto es contrario al tratamiento convencional de los activos bajo custodia, que normalmente no aparecen en el balance, ya que pertenecen al cliente. Los críticos con esta guía dicen que hace que sea demasiado difícil para las instituciones financieras trabajar con empresas de criptomonedas.