Salvador Illa ha recuperado este miércoles en Madrid dos actos institucionales altamente simbólicos que no se producían desde el inicio del ‘procés’ independentista. Primero, el president de la Generalitat se ha reunido con Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela durante dos horas, mucho más tiempo del que es habitual en este tipo de encuentros. Después, ya por la tarde, ha participado en el acto de la Diada celebrado en la sede de la Delegació del Govern. Todo su discurso ha estado centrado en la “vuelta” de Catalunya y la necesidad de unirse de nuevo a España tras la crisis territorial, con el líder del PSC llamando a mantener “bien firmes” los “puentes”.
“Las ventanas de comunicación y reconocimiento son fundamentales para recuperar el clima de sosiego que estamos logrando en Catalunya después de años tan difíciles en los que se desperdiciaron demasiadas energías”, ha señalado Illa, en referencia al ‘procés’. “Hay que mantener esos pilares bien firmes para cuando los ríos bajan de vez en cuando revueltos. Hay que tender puentes, hay que cruzarlos, hay que encontrarlos, hay que trabajar para llegar a acuerdos con vistas el interés general y el bien común”, ha continuado tras recordar que desde 2011 ningún president de la Generalitat había participado en este acto en Madrid.
La representación del Gobierno central ha sido abultada. A la cita han acudido la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero; el titular de Industria, Jordi Hereu; la de Defensa, Margarita Robles; el de Agricultura, Luis Planas; la de Inclusión Social, Elma Saiz, y el de Política Territorial, Ángel Víctor Torres. También había representantes del mundo empresarial (el presidente de Enagas, Antoni Llarden) y del mediático, como Ainhoa Moll, directora editorial de Prensa Ibérica, grupo al que pertenece este diario.
Illa quiere que este tipo de actos fuera de Catalunya sean comunes durante su mandato. “El primer acto político es siempre escuchar. Intentar comprender las razones del otro. Catalunya se gobierna más allá del Palau de la Generalitat. Voy a recorrer España y sus comunidades autónomas de manera regular. Los entendimientos son siempre posibles a través de un diálogo abierto y sincero sobre cómo hacer entre todos una España mejor”, ha explicado durante un discurso pronunciado casi íntegramente en castellano.
Contra los “agoreros”
“Catalunya tiene que ser un proyecto que nos vincule a todos. Catalunya ha vuelto para implicarse en una España a favor de todos, más plural, rica y justa. Nuestra democracia ha vuelto a recuperar la esperanza y el optimismo. Soy consciente de las dificultades, de los gritos de los agoreros -ha concluido el president de la Generalitat-. Pero por encima del ruido hay una realidad: España y Catalunya han avanzado más cuando han compartido optimismo. La Catalunya del siglo XXI quiere estar en el campo de la esperanza, formando parte de una España plural y diversa, dentro de una Europa federal. Nada es políticamente posible desde la soledad. Todo puede alcanzarse desde la unión”.